Baleares bloquea las nuevas plazas turísticas durante los próximos cuatro años
La nueva Ley Turística también contempla que los establecimientos hoteleros que quieran realizar reformas deberán reducir un 5% las plazas turísticas y no podrán crecer en altura. El objetivo, entre otras cosas, frenar el crecimiento turístico en las Islas.
Presentación Ley de Turismo por la presidenta Armengol. CAIB. Nombroses autoritats i agents socials han assistit a la presentació del nou decret llei
Palma
La bolsa de plazas turísticas queda bloqueada para los próximos 4 años y aquellos establecimientos hoteleros que quieran realizar reformas tendrán que reducir un 5% las plazas turísticas. Son las dos novedades que contempla la nueva Ley Turística de Baleares que entra hoy en vigor en forma de Decreto Ley y que busca básicamente decrecer, poner un límite al número de plazas turísticas que tiene Baleares. La nueva normativa conllevará una inversión de 60 millones de euros públicos.
25 días después de su presentación en Madrid, el Govern ha aprobado la nueva ley turística que mantiene en líneas generales el espíritu de la aprobada en verano de 2017 por el entonces conseller de Turismo Biel Barceló. La normativa entra hoy en vigor y se tramitará como decreto ley para dice, la presidenta Armengol, enriquecer el texto, con las aportaciones parlamentarias.
La primera novedad, el bloqueo de las plazas turísticas durante los próximos cuatro años para que, a través de los planes territoriales de cada isla, se decida sobre su crecimiento o extinción.
Las plazas turísticas son el número de camas fijas del establecimiento, lo que la propiedad puede legalmente alojar. Hay una bolsa que se nutre de plazas de hoteles y de alquiler vacacional que cesan la actividad y quien quiera iniciar la actividad en el sector compra una plaza.
En Baleares la bolsa de plazas que quedaría por crecer, es de casi 20.000, 18.700 en concreto, de las que unas 8.500 corresponden a Mallorca, 7.000 a Ibiza y 3.200 a Formentera. En el caso de Menorca, no hay bolsa.
Estas plazas quedan bloqueadas por cuatro años, una moratoria en definitiva, pendiente de que cada consell insular desarrolle durante este tiempo su PIAT, su plan de Intervención de ámbitos turísticos y en el que se decida si coloca estas plazas en el mercado o las dejan extinguir.
Así que el bloqueo de plazas por un lado... y por otro, la segunda novedad de la ley turística... los establecimientos hoteleros podrán realizar reformas y ampliar sus instalaciones en hasta un 15%... pero... esta ampliación o reforma sólo podrán realizarse si reducen un 5% el número de plazas turísticas.
Es la segunda forma que presenta el Govern balear en su búsqueda de un decrecimiento en las plazas turísticas de Baleares y trae algunas premisas como no crecer en altura y que sólo se pueden realizar reformas y ampliaciones en zonas comunes como pueda ser el restaurante, spa o gimnasio, los establecimientos hoteleros podrán reformar estas zonas siempre y cuando reduzcan a cambio un 5% de plazas turísticas. En Baleares, tras unos años de reformas hoteleras, apenas quedarían un 25% de establecimientos por acometer mejoras.
La nueva normativa autónoma de turismo traerá aparejada una inversión pública de 60 millones de euros en ayudas al sector y busca un claro avance hacia la circularidad. El objetivo, dice la presidenta Armengol, convertir el turismo en un motor de impactos positivos en la sociedad y medio ambiente.
La sostenibilidad, en definitiva, entendida en tres vertientes: social, económica y medioambiental. Así, se aumentará la protección a las camareras de piso con la instalación de camas elevables en los próximos 6 años. También las empresas deberán contar con un plan de circularidad y realizar cada año una evaluación de la gestión de los recursos y residuos generados y planificar así cada 5 años su reducción. Además, se actualizan los criterios para lograr una nueva clasificación hotelera como la exigencia de contenido digital. En cuanto al alquiler vacacional, nuevos requisitos como disponer de un libro de registro para la fecha e identificación de las persona encargada de la limpieza o mantenimiento de las instalaciones.
El nuevo texto legal establece un régimen sancionador en caso de incumplimientos o infracciones administrativas.
El incumplimiento en el plazo máximo para la instalación de camas elevables será sancionado con 500 euros por cada cama no instalada. No disponer de toda la documentación acreditativa del plan de Circularidad será sancionado con 100.000 euros y no indicar de manera diferenciada en la carta del restaurante, si el marisco o el pescado es de origen balear con hasta 1.000 euros. Otras infracciones como no disponer de un doble pulsador en los inodoros o hacer uso de especies amenazadas para consumo alimentario, será sancionadas con multas entre 4.000 y 40.000 euros.