La venta del Mercedes rojo y una pulsera geolocalizadora, pruebas claves en el 'Caso Badoo'
Segunda jornada en la Audiencia Provincial de Zaragoza del juicio por el asesinato de un empresario vasco, enterrado vivo en Luceni (Zaragoza=
Zaragoza
La venta del coche robado a la víctima de la red de contactos Badoo fue lo que puso sobre la pista del crimen a los investigadores. Ha quedado claro esta mañana, en la segunda sesión del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Zaragoza por el asesinato del empresario de Getxo, Jose Antonio Delgado, matado y enterrado vivo en Luceni (Zaragoza) en septiembre de 2019. Además, la Guardia civil localizó en los puntos del suceso al acusado, gracias a la pulsera que llevaba por haber sido condenado por violencia de género.
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Vendieron el Mercedes rojo de la víctima a un comprador que, tras dar un primer pago y no poder contactar más con los acusados, envío a un primo suyo al domicilio que constaba en los papeles del vehículo, la casa del asesinado en Getxo: "Fue mi primo a Bilbao" y ahí les informaron que el dueño llevaba varios días desaparecido. "Un jaleo, y al final me llamó la Ertzaintza".
A partir de aquí, los investigadores hilan la triste historia de José Antonio, porque la Guardia Civil la conecta con el mismo modus operandi de otras dos víctimas de la red Badoo y porque los acusados son reconocidos por este comprador a través de imágenes grabadas en el Mercadona de Utebo (Zaragoza), donde habían quedado para hacer la transacción del vehículo.
La pulsera geolocalizadora
Mohamed, uno de los acusados, ya era conocido por los agentes por dos casos de violencia machista, y la pulsera geolocalizadora, que llevaba por una de estas condenas, hizo el resto. "Analizando los registros de esa pulsera, vemos que el investigado realiza un desplazamiento un tanto inusual, porque realiza hasta dos desplazamientos a un paraje remoto, nos llamó mucho la atención" porque "se salía de su tónica habitual", ha explicado un agente de la Guardia Civil. "La conclusión a la que llegamos es que, en esas coordenadas, estaba enterrado José Antonio".
Los agentes localizan el cuerpo tras un operativo de vigilancia, en el que comprueban también que la acusada, Hedangeline, se mueve con libertad por su nave y vivienda, lo que niega, asimismo, su relato de estar secuestrada por el otro acusado.
"No contestó nunca"
También la familia directa de la víctima ha comparecido hoy en la vista, tanto el padre como la hermana del asesinado y su hijo. Han sido la cara más triste de este caso.
A través de videoconferencia ha comparecido su padre, del mismo nombre que el hijo, José Antonio, para contar la preocupación de la familia cuando no podían contactar con el fallecido. Ha relatado que le llamó durante el fin de semana y "no contestó nunca, le mandé mensajes y tampoco".
Su hijo Unai fue el que comprobó con la Ertzaintza lo que pasaba en las cuentas bancarias de su padre, con diferentes extracciones de dinero de 100 y 200 euros, y su hermana ha reconocido los objetos de su hermano que se encontraron en poder de los acusados, como una cadena, un anillo y una medalla de oro.