Pasos para que los mayores se recuperen tras la pandemia
Mejorar la alimentación, el ejercicio físico o las visitas al médico son algunas de las metas para los próximos meses
Fuenlabrada
Cada vez más, en la medida que aprendemos a vivir y convivir en tiempos de pandemia nos enfrentamos a los múltiples cambios que ha habido en nuestra vida”, así comienza Fran Soria,geriatra del Hospital Universitario 12 de Octubre y del Hospital La Luz de Madrid, su reflexión sobre cómo deben los mayores empezar a recuperar una vida previa a la pandemia.
Pasos para que los mayores se recuperen tras la pandemia
“Observamos que hemos perdido resistencia física en el día a día, así como en nuestra capacidad de comunicarnos con nuestro entorno. Esto se pone en especial evidencia en los mayores”, recuerda.
Entre los aspectos a recuperar están:
Reiniciar el seguimiento médico; “si bien los síntomas de salud aún presentan una situación de colapso, podemos ir revisando aquellas consultas pendientes, así como medicaciones actualizadas a través de nuestra tarjeta sanitaria”, aconseja. En este punto hay que tener en cuenta que una de las demandas de los profesionales sanitarios y de los usuarios de la sanidad pública es retomar la atención presencia en los centros de salud.
Valorar nuestra situación funcional; “¿cuánto he perdido de movilidad o de la velocidad con la que camino? o ¿he perdido autonomía en el baño o en el control de esfínteres?”, son algunas de las preguntas que pide Soria que se hagan los mayores.
Otro elemento importante es la estabilidad y “si he presentado caídas en el último año”.
Trata de fijar objetivos realistas; “siga la premisa de la geriatría de “start low and go slow” con el plan de comenzar lentamente desde lo más sencillo en las medicaciones y en las medidas de prevención”, resume el geriatra.
Luego están las recomendaciones en las rutinas diarias para ponernos “en acción” otra vez.
El sueño: “procurar mantener un mínimo de horas de sueño nocturno entre 6-9 horas, aunque debemos recordar que se reduce el tiempo de sueño progresivamente en la medida de que envejecemos”, aconseja. “Esto se puede lograr vigilando el tiempo dedicado a la siesta así como la higiene del sueño”, apunta.
Actividad física: “Evite el sedentarismo, cada 30 minutos intento mover las piernas y si es posible caminar 2 a 5 minutos”, define. “El ejercicio físico puede incluir levantar botellines de medio litro o usar un pedal como los que llevan las máquinas de coser”, explica Soria.
Procurar ejercicios de equilibiro; “siempre acompañado y tratando de apoyarse en un pie o sencillamente tratando de levantarse de la silla y volviéndose a sentar”.
La alimentación: “Vigile su hidratación, recuerde que muchos medicamentos producen disgeusia, un trastorno en el que hay un mal sabor persistente en la boca, dicho sabor puede ser salado, rancio o metálico, por lo que hay que adaptar el sabor de la dieta, vigilando la ingesta de sal y azúcares y siempre procurando una buena fuente de proteínas como lo son la clara de huevo, los yogures o el pollo”, apunta.
“Dentro de lo posible trate de comer acompañado, esto incluye compartir con familiares o en centros de mayores para fomentar la sociabilización”, recomienda.
Manejo del stress y estimulación de la cognición: “Observe su estado anímico y si mantiene las mismas ganas de vivir que tiene habitualmente, realice actividades estimulantes como lectura o ejercicios de estimulación cognitiva”, señala.