Pepe Yáñez y el Cuarto de los Cabales
Coincidiendo con el Festival de Jerez, el pintor sevillano regresa con una exposición en el Palacio del Virrey hasta el 6 de marzo
Entrevista con el pintor sevillano Pepe Yáñez
10:00
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Jerez de la Frontera
Pepe Yáñez en Jerez. Lo anuncia Benítez Toledano en el prólogo del catálogo de la exposición, donde se masca la tragedia. No en la muestra en sí, lo digo por la habitual pluma afilada del poeta y escritor, que lo mismo te dedica una caricia que te da dos collejas y se queda tan ancho. Con Yáñez ha sido más condescendiente. Serán las muchas correrías durante tantos años, o la edad, porque ya ambos superaron el umbral de los sesenta, aunque les queda cuerda para rato.
El pintor sevillano regresa a Jerez coincidiendo con la apertura del Festival. El Cuarto de los Cabales permanecerá abierta hasta el 6 de marzo en la galería del Palacio del Virrey. Una buena oportunidad para disfrutar del pincel de Yáñez en 42 cuadros con su pasión por el flamenco en todo el centro.
Benítez lo retrata así:
"Hace ya muchos años, demasiados, el pintor Pepe Yáñez y servidor de ustedes iniciamos una disparatada colaboración para la prensa local cuya mecánica no podía ser más simple: yo le mandaba de madrugada crónicas inverosímiles, a veces literalmente, de mis desventuras por la rebotica del Festival, y él las dignificaba a vuelta de correo con unas ilustraciones que las hacían masticables.
Por aquellas páginas delirantes y apresuradas, escritas y pintadas a vuelapluma, se pasearon gitanos y gachós, tascas de mala muerte y garitos de cierto tronío donde iban, ibamos a parar, los jartibles después de las candilejas. Rubichi y El Chusco, Antonio Higuero y Simón El Rubio, El Pipa y la violinista Quarenghi, Capullo y Madriles, los viejos de Casa Petra y los críticos pontificando en El Arriate de última hora.
Desde entonces el pintor, ya en su Serva la Bari natal, ha extendido su conocimiento del mundo y el arte flamenco (con especial interés en el baile) involucrándose como solo el sabe hacerlo: bajando a esos infiernos del alma -plenos de compás y esa alegría que duele- donde siempre tuvo su casa el corazón gitano del flamenco. Desde Mario Maya a su amigo Caracafé, de su estudio de olivar a compartir bambalinas con los grandes; Pepe lo mismo te hace un mural rodeado de chavales que diseña escenarios, pinta un cartel para un festival que la planta de una UCI. Yáñez es así, no prueba el agua, se tira, no se moja, se empapa.
Y así, claro, nos llega su pintura, por fin a Jerez: abigarrada y clara, canalla y elegante, llena de bailaoras tremendas y cantaores de pellizco en el escroto. Lo que se dice una fiesta con todos sus avíos, el artista en su cuarto de cabales.
Pepe, compadre, el tío Sabas no podría estar más orgulloso".
Este jueves, ambos dos han pasado por los micrófonos de Hoy por Hoy de Radio Jerez.