Las obras más polémicas y políticas de ARCO

1.- Always Franco

Madrid

En 2012, con Franco todavía enterrado en el Valle de los Caídos, el artista Eugenio Merino expuso en Arco una obra titulada ‘Always Franco’. Se trataba de una escultura hiperrealista del dictador en sus últimos días, es decir, ya bastante cascado, y metido en nevera de esas de pie que tienen en los supermercados o tiendas con bebidas frías. Merino acabó en los tribunales al ser denunciado por la Fundación Francisco Franco, pero fue desestimada esa demanda. La obra se vendió a un coleccionista belga por 30.000 euros

2.- Franco no fue tan malo como dicen

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Aunque menos sondada que la de Merino, en 2020, justo unas semanas antes de que estallara la pandemia, otro Franco hacía su aparición. En este era un dibujo con rotulador y acrílico del artista finlandés Riiko Sakkinen. La obra ‘Franco no fue tan malo como dicen’ expone varios argumentos que defienden la generosidad del dictador. Entre las cosas mencionadas, los 280 pantanos que el generalísimo construyó. Este autor, además, presentó otro dibujo, de las mismas características, pero con el Rey Felipe VI, que por cierto inaugura cada año, junto a la reina la feria. La obra se titulaba ‘Nuestros reyes favoritos’, y en ella se equiparaba al monarca español al nivel de los reyes magos, de King África o los Latin Kings.

2.- Ninot

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Las obras donde aparece la familia real siempre son polémicas. De ahí el revuelo por una escultura de Santiago Sierra y Eugenio Merino en la edición de 2019. Era un ninot de Felipe VI que costaba 200.000 euros. El ninot es una figura tradicional de las fallas, unas esculturas artísticas valencianas que tienen la finalidad de ser quemadas al final de la fiesta. Por contrato, el comprador de esta pieza tenía que comprometerse a quemarla. Spoiler: ni hubo comprador. Finalmente ardió el Día de la Hispanidad de 2020.

4.- Presos políticos en la España contemporánea

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Santiago Sierra nunca defrauda. Además del ninot, en 2019 presentó ‘Presos políticos en la España contemporánea’. En ella, el artista presentaba a los políticos catalanes imputados en el procés como víctimas y presos políticos. La organización pidió a la galería Helga de Alvear que la quitara y, finalmente, se acabó retirándola. La obra mostraba los rostros pixelados de destacados líderes del procés catalán como Oriol Junqueras, Jordi Sànchez o Jordi Cuixart, y también las imágenes de los titiriteros encarcelados en Madrid, de los detenidos por la trifulca nocturna de Alsasua y la del miembro de Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) Andrés Bódalo. Actualmente forma parte de la colección del Museo del Arte Prohibido, que abrirá sus puertas esta primavera en la Casa Garriga Nogués, en Barcelona.

5.- No hay pan para tanto chorizo

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El artista Antoni Miranda utilizó en 2012 uno de los lemas más coreados y famosos del 15M en Arco. Para ello imprimió el eslogan "No hay pan para tanto chorizo" con tinta comestible sobre obleas y lo expuso en la galería Palmadotze. Cada pieza se vendía por 5.000 euros. Quizá la mayor mercantilización de una protesta con permiso de la cara del Ché.

6.- Stairway to heaven

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Volvamos a Merino, que antes de lo de Franco ya había tenido algún que otro sobresalto. En 2010, la galería ADN expuso una esultura que juntaba a representantes religiosos del islam, el catolicismo y el judaísmo uno encima del otro. La obra causo la queja de la embajada de Israel en España. Fue una de las primeras obras en venderse por 50.000 euros a un coleccionista belga. El stand también mostraba otras obras, como una metralleta con un candelabro de siete brazos o una cruz cristiana con luz verde como una cruz de farmacia.

7.- Glass Half Full

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No sólo ha habido polémicas políticas en ARCO, también de otro tipo. Vayamos a 2015 con la obra del artista Wilfredo Prieto, que se exponía en el stand de la galería Nogueras Blanchard, Medio baso de agua, se titulaba y la polémica estribaba en el precio de un baso de agua medio lleno, literalmente. 20.000 euros. La obra reabrió ese debate que surje cada año entre esas obras que rozan la genialidad o la tomadura de pelo.

8.- Esperando a George Clooney

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Precisamente ese debate estaba en la provocadora Esperando a George Clooney del artista Mauro Cerqueiro, presentada en ARCO en 2016. La obra era una exposición de productos de desayuno comprados en el supermercado Día. Azúcar, cacao, servilletas y agua. Todo con gran sentido del humor.