Semana de protestas en la banca por la presión comercial y la desatención al cliente
La Plataforma en Defensa de las Pensiones avanza que el problema va más allá de los bancos y tienen en su punto de mira a las administraciones públicas
Palma
Semana de protestas en el sector de la banca para reclamar un incremento de las plantillas y la mejora de la atención a los clientes. El 1 de abril está previsto que un centenar de empleados de Caixabank salgan de la empresa en virtud al acuerdo del ERE, lo que empeora la situación en las oficinas. Ayer se manifestaron trabajadores convocados por los sindicatos SIB y UOB y esta tarde lo hacen por Comisiones Obreras. Sus reclamaciones pasan por el mantenimiento de la atención al cliente cara a cara y por una rebaja de la presión comercial que sufren los trabajadores.
Lluis Llompart, del Sindicato Independiente de Baleares, afirma que la presión comercial hacia los empleados es cada vez más alta y el 90% de la jornada la pasan intentando vender seguros o teléfonos. Sostiene que los objetivos impuestos por la empresa son poco realistas y la situación provoca un estrés añadido a los trabajadores. Desde el sindicato también rechazan que la finalidad de los empleados tenga que ser vender productos. Llompart opina que tiene que ser el cliente el que decida cómo se comunica con el banco. Cree que el servicio en línea o por cajero es bueno, pero hay usuarios que no quieren o no saben utilizarlo.
El sindicato Unión Obrera Balear salió ayer a la calle para protestar por las condiciones a las que se ven sometidos los trabajadores en las islas. Su presidente, Joan Torrens, afirma que la situación entre la plantilla es de angustia y estrés por los objetivos desmesurados de venta que tienen que cumplir. Toda esta situación provoca que la atención al cliente quede totalmente relegada a un segundo plano.
Desde la Plataforma en Defensa de las Pensiones avanzan que el problema va más allá de los bancos y tienen en su punto de mira a las administraciones públicas. Su portavoz, Miquel Ferretjans, sostiene que es la administración la que a día de hoy humilla y desprecia a las personas que no tienen acceso al entorno digital. Los bonos para ayudar a establecimientos locales sólo pueden obtenerse por vías telemáticas, igual que el pago de impuestos.
Muchos se ven obligados a pagar un recargo porque se enteran tarde de que los impuestos se pagan a través del cartero virtual, mientras que antes recibían una carta para hacerlo a través del banco. Desde la Plataforma afirman que el pasado mes de diciembre se reunieron con la consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, para poner el asunto sobre la mesa aunque todavía no han obtenido una solución.