Feijóo, ¿el moderado?

Santiago de Compostela

Moderado y buen gestor. Esa es la imagen que Alberto Núñez Feijóo trató de cultivar desde que llegó a la política. Primero como responsable del Insalud y de Correos, etapa que recuerda siempre que tiene ocasión, y después, al frente de la Xunta de Galicia. Pero sus políticas no siempre han casado con esa imagen.

En cuestiones como el aborto, Feijóo siempre ha mantenido una postura un tanto ambigua, pero a la hora de subvencionar, ahí no hay duda. Como presidente del gobierno gallego autorizó subvenciones a la organización antiabortista Red Madre.

Algo parecido ocurre con el matrimonio homosexual. Feijóo nunca cuestionó que su partido acudiese al Tribunal Constitucional para tumbar la ley que permitía el matrimonio homosexual, pero al mismo tiempo acudía a la primera boda gay. Mientras su partido presentaba recurso contra el matrimonio homosexual en el PP iba a la boda de un concejal de Ourense. Ese día, en 2006, dijo que era un liberal y que estaba a favor de la libertad sexual.

En materia educativa, defiende los conciertos con colegios que segregan por sexo y se defiende como el más galeguista de los políticos, pero después envía a sus conselleiros a manifestaciones contra el idioma gallego.

Recientemente, preguntado por los casos de pederastia en la Iglesia Católica, Feijóo se posicionó abiertamente en contra de una investigación en el Parlamento sólo a los abusos en la Iglesia. En esta ocasión, fue más moderado el arzobispo de Santiago, que sí apoyó la creación de esa comisión en el Congreso.

Esa imagen, labrada a base de mensajes perfectamente calculados a lo largo de los últimos años, le han servido para frenar la irrupción de Vox en Galicia. De Feijóo, dice Abascal que es "nacionalista", mientras que el propio Feijóo dice de Abascal que es un "populista". Con su llegada a Madrid, veremos cuál de sus muchas caras muestra Feijóo para relacionarse con la extrema derecha.