Sánchez desea a Casado "lo mejor" y garantiza que no adelantará elecciones pese a la crisis del PP

Madrid

Había dudas sobre si Pablo Casado acudiría este miércoles a la sesión de control al Gobierno, pero a las nueve en punto allí estaba sentado en su escaño junto al resto de sus diputados. Su pregunta hacia Sánchez sonaba a despedida: "Entiendo la política como respeto a los adversarios y entrega a los compañeros", ha dicho en el hemiciclo en plena batalla interna en el PP. Tras su comparecencia, su bancada ha roto a aplaudir. Ha sido un largo homenaje en el que algunos compañeros se han puesto en pie y el propio Casado también se ha levantado para agradecer ese gesto.

Después de esos aplausos, ha tomado la palabra Pedro Sánchez: "Desde la diferencia y la discrepancia que se ha puesto de manifiesto muchas veces en sesión de control, le deseo en lo personal lo mejor", le ha dicho escuetamente a Casado sin volver a hacer referencia sobre la crisis por la que atraviesa el principal partido de la oposición.

Pese a la insinuación de Casado, que ha dicho que espera que "el Gobierno se ponga al servicio del interés general", Sánchez ha asegurado que el Gobierno no tiene intención de adelantar elecciones ni de disolver las Cortes: "Este es un Gobierno con sentido de Estado", ha señalado, y ha insistido en que "este Gobierno no va a anteponer los intereses generales a cualquier otro tipo de interés". Ha querido dejar claro que las elecciones generales se convocarán "cuando corresponda" y, sobre ese momento, ha lanzado otra frase reconciliadora: "Los partidos aquí presentes competiremos en base a nuestros méritos y no en base a las debilidades de nuestros adversarios. Así es como entendemos el patriotismo democrático", ha sentenciado.

Tras la respuesta de Sánchez, Casado ha abandonado el hemiciclo sin darle la réplica y, tras él, han salido tres diputados populares: Pablo Montesinos, Ana Beltrán y Antonio González Terol. De nuevo, sonaban aplausos en la bancada del PP.