Recuerdos del ciudadrealeño Mesón Los Merinos

Ciudad Real

En 1971 los hermanos Merino, Gregorio y Bernabé Merino Imedio, pusieron en marcha el Mesón Los Merinos, en la que hoy es la Avenida de La Mancha de Ciudad Real. Un gran establecimiento, de 240 metros, de madera, con una gran barra que era atendida por Gregorio y tres camareros. En la cocina estaba Pepa, su mujer y ayudaban sus tres hijas, mientras que el pequeño, también de nombre Gregorio, era subido por su padre a una caja de madera para que pudiera llegar al fregadero. "Con chaquetilla y pajarita" también él colaboraba en el mesón familiar. Así nos lo ha contado Gregorio Merino Castillo en 'La Máquina del Tiempo' de Hoy por Hoy Ciudad Real.

El Mesón estuvo en marcha hasta 1985 y tras su cierre la familia se marchó a Alicante "con una mano delante y otra detrás, como se suele decir", apunta Gregorio repasando los recuerdos de su niñez y adolescencia en el establecimiento donde pasaba gran parte de los fines de semana. "Jugaba en el equipo de fútbol del Alarcos y cuando terminábamos mis amigos se iban a dar una vuelta mientras que yo miraba el reloj para no llegar tarde al Mesón". Fueron unos años de mucho trabajo y sacrificio. De hecho cuando se marcharon a Alicante llegó a pensar en continuar en la hostelería, pero "mi padre me quitaba la idea. Decía que no quería el mismo oficio para mí que el que él había tenido". Al final cada uno nos dedicamos a otras profesiones. "La vida finalmente nos sonrió, sobre todo, por los valores que nuestros padres nos inculcaron".

Conocido por el marisco

El Mesón Los Merinos llegó a ser muy popular por sus raciones de calamares, patatas bravas, sardinas o las que llamaban 'gambas al montón' que Pepa cocinaba "con sus manos de ángel" y a los tres o cuatro años de abrir, contactaron con un cocedero de marisco que les llevaba productos cada unos dos días. "Aquello fue un 'boom' porque entonces no había muchos establecimientos que lo ofrecieran". Montaron unas vitrinas a la entrada al mesón y "la gente compraba el marisco que después se tomaba en la barra con una caña o vino".

Recuerda también que en el Mesón se creó la Peña del Atlético de Madrid y venían los jugadores del primer equipo. Leivinha, Pereira o Bermejo llegaron a estar en el Mesón desde donde se les rendía homenaje a jugadores y directivos.

"Recuerdos de mi cuna"

Gregorio, hijo, que se marchó de Ciudad Real con 18 años, hoy tiene 55 y dice que cada vez que puede viene a su ciudad para recorrer aquellos lugares que le marcado aquellos años: la calle donde estaba el Mesón, la misma donde también estaba la Churrería Gran Vía, el Bar El Pescador o el Romasón. También los colegios en los que estudió, en La Ferroviaria y Hermano Gárate y, por supuesto, la virgen del Prado.

Siempre que puede viene en Pandorga, Semana Santa o en la feria de agosto.

Emocionado agradece el recuerdo a este establecimiento para "que no quede en el olvido". Agradecimiento "que mis padres también hacen desde el cielo".