Casi han pasado 48 horas desde que Putin lanzara su ataque a gran escala contra Ucrania y las tropas rusas ya han llegado a Kiev, la capital. En medio de los ataques con misiles y el avance de los tanques llegan los mensajes cruzados de cara a una posible negociación que detenga los enfrentamientos. Este viernes, el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak ha asegurado a la agencia Reuters que «Ucrania quiere la paz» y «está lista» para las conversaciones con Rusia, incluso «sobre el estatus neutral con respecto a la OTAN». «Si las conversaciones son posibles, deberían celebrarse. Si en Moscú dicen que quieren celebrar conversaciones, incluso sobre el estatus neutral, no tenemos miedo de esto», dijo a través de un mensaje enviado a la agencia de noticias. «Podemos hablar de eso también». «Nuestra disposición para el diálogo es parte de nuestra persistente búsqueda de la paz». Desde Moscú, apelan también al diálogo pero con condiciones. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ha dicho este viernes que Rusia está dispuesta a volver a la diplomacia si las fuerzas armadas de Ucrania entregan las armas. «Estamos dispuestos a negociar. Siempre y cuando los militares ucranianos respondan al llamamiento de nuestro presidente (Vladímir Putin), cesen la resistencia y depongan las armas», dijo el jefe de la diplomacia rusa en rueda de prensa. Lavrov se ha negado a reconocer al Gobierno ucraniano como democrático al defender la operación militar iniciada la víspera por Moscú en Ucrania. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha añadido que Rusia está dispuesta a enviar a Minsk, en Bielorrusia, una delegación para iniciar negociaciones con Ucrania. «El presidente ruso, Vladímir Putin, en respuesta a la propuesta (de su homólogo ucraniano), Volodímir Zelenski, está dispuesto a enviar a Minsk una delegación a nivel de representantes de los Ministerios de Defensa, de Exteriores y de la Administración presidencial para negociaciones con la parte ucraniana», dijo Peskov, citado por la agencia Interfax. El portavoz de la Presidencia rusa aludió a una reciente declaración de Zelenski en la que el mandatario ucraniano se mostró dispuesto a discutir el estatus neutral del país, con lo que renunciaría a su aspiración a ingresar en la OTAN. Rusia insiste en que el deseo de Kiev de adherirse a la Alianza Atlántica es una amenaza directa a su seguridad, como otros planes de la expansión de la OTAN en territorio postsoviético. Zelenski llamó hoy a Putin a sentarse a la mesa de negociaciones para detener la operación militar rusa iniciada la víspera en Ucrania. «Quiero dirigirme una vez más al presidente de Rusia. En todo el territorio de Ucrania hay combates. Sentémonos a la mesa de negociaciones para detener la muerte de seres humanos», afirmó en un mensaje televisado. El portavoz del Kremlin informó este viernes también de una conversación entre Putin y el presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, quien se mostró dispuesto a «crear todas las condiciones» para el inicio de las negociaciones entre Kiev y Moscú, que desde ayer no tienen relaciones diplomáticas, en Minsk. «Nadie tiene la intención de ocupar Ucrania», afirmó, al reiterar la posición expresada la víspera por el presidente ruso, Vladímir Putin, y añadió que «el objetivo de la operación fue declarado abiertamente: la desmilitarización y la desnazificación». Lavrov afirmó que Rusia está «lista para el diálogo» en cuanto «las Fuerzas Armadas de Ucrania respondan al llamado de nuestro presidente, dejen de resistirse y depongan las armas». «Nadie tiene la intención de atacarles, nadie va a oprimirles, que retornen con sus familias. Démos todos juntos la oportunidad al pueblo ucraniano de definir su destino», indicó. Según el ministro, el diálogo será posible «tras la restauración del orden democrático en Ucrania». «Nos sobran las negociaciones. Pero cuando éstas se suplantan con sabotajes, y cuando acusan paralelamente a Rusia de que resulta que debe cumplir los acuerdos de Minsk... se trata de una desvergüenza, un rasgo conocido de algunos colegas occidentales», denunció. Lavrov lamentó que en estos momentos la comunidad internacional «niegue a coro que en Ucrania se observan síntomas evidentes de un genocidio» y anunció que Rusia prepara una exposición con pruebas de esto para la próxima sesión del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que se celebrará la próxima semana. «Veremos quién quiere ver la verdad con sus propios ojos», añadió.