'Lodiferente' del Atleti

En un partido trabado y concurrido, donde las genialidades desatascan hasta lo más duro, el Atleti sacó petroleo de donde no parecía haber. La llegada de Reinildo en el mercado invernal pronosticaba la clausura de cualquier posibilidad para que Renan Lodi volviese a ser titular con Simeone.

Nada más lejos de la realidad, el técnico argentino, una vez más, reconvirtió a uno de sus futbolistas para exprimir todo su potencial. Dos partidos consecutivos (Manchester United y Celta de Vigo) brillando por el carril izquierdo que reaniman a un Atlético de Madrid que parecía estar en la UCI.

El partido

La primera parte fue una batalla espesa y sin tregua. Los del 'Cholo' Simeone salieron con garra al partido, aproximándose al área rival con dos disparos calcados de Herrera y Correa que no intimidaron al rival. Los vigueses mostraron coraje y valentía en un escenario donde no es fácil exteriorizarlo. Al Atleti le entraron los nervios y Alejandro Hernández Hernández se cobró cuatro tarjetas en seis minutos, tres para los locales y una para los visitantes.

El Celta olisqueó el miedo de los 'colchoneros' y, trenzando varias jugadas, asustaron a la afición de un Wanda Metropolitano que lleva en el ADN lo de sufrir. Cervi y Santi Mina perdonaron y lo acabaron pagando más pronto que tarde. En un pase magistral por lo alto de Madrid, Kondogbia la cambiaba hasta el costado izquierdo donde Lodi amagó, se perfiló y golpeó con dureza por el primer palo. Un fogonazo repentino e inesperado que sentaba como una bombona de oxígeno.

El entretiempo sentó mejor en el bando celeste. El Celta salió del túnel de vestuarios con determinación y con ganas de empatarlo rápido. Los 48.000 asistentes de la noche del sábado no asustaron a los del 'Chacho' Coudet, más bien minaron, aunque en pequeñas dosis, la moral de sus futbolistas. Los silbidos se apoderaron de la grada en los 15 primeros minutos tras el descanso y al Atleti le entró la agonía y los vigueses olieron sangre.

Sin embargo, la sandre es roja y eso bien lo saben los 'colchoneros'. El paso hacia delante no le salió como esperaba al Celta. Kondogbia volvió a sacar su metrónomo para asistir a Lodi, otra vez, y hacer estallar el Wanda Metropolitano en una mezcla de alegría y tranquilidad. Con la ventaja duplicada, el técnico argentino aprovechó para rotar a sus futbolistas. Kondogbia le dio el susto y tuvo que ser sustituido por precaución. Simeone agotó los cambios en el 72' mientras que, al mismo tiempo, el Celta no movía el banquillo.

A pesar de que los visitantes insistieron tras el segundo tanto, el Atleti se aferró a la fuerza y a su afición para mantener el resultado. Pudo ser mayor el triunfo local porque los cambios del conjunto local entraron con ganas de más. Pero el luminoso ya no se movería más y los tres puntos volvían al Metropolitano. El cometido de los 'rojiblancos' se cumplió tras 90 minutos, pues los sueños de la noche del sábado al domingo, se traducirán en la Champions.