Fallece José Fernández, dueño y señor del Sporting durante tres décadas

Gijón

El corazón de José Fernández dejó de latir este domingo, a los 84 años de edad. Treinta de ellos estuvieron ligados al Sporting, primero como accionista de referencia, posteriormente como presidente y máximo accionista de la entidad y, en los últimos tiempos como padre del presidente. Figura controvertida desde su aterrizaje en el accionariado, el empresario gijonés deja un legado con muchas más sombras que luces a lo largo de tres décadas gobernando un club de cuya historia, sin duda, forma parte.

Fernández nació el 1 de agosto de 1937, en plena Guerra Civil española, en el populoso barrio de La Calzada, donde su padre regentaba una conocida imprenta. Fue jugador de fútbol (compañero, entre otros, de Manuel Vega-Arango) y también actuó como secretario y delegado del Club Calzada. Dirigió su trayectoria profesional hacia el mundo de la construcción, siendo dueño hasta el año 2000 de la empresa FERPI Transportes y Obras S.A., que acabaría vendiendo en el año 2000 al empresario leonés Victorino Alonso junto a la extinta Televisión Local Gijón, de la que también fue propietario.

Su vinculación con el Sporting, más allá de como mero aficionado, comenzó con la conversión obligada del club en sociedad anónima deportiva, en 1992. Varios empresarios integrantes de ASPROCON, entre ellos Fernández, realizaron desembolsos para comprar acciones. La primera inversión del de La Calzada fue de 70.000 pesetas.

La situación cambió en 1994, cuando Fernández se hizo con el control de las acciones controladas por el ayuntamiento de Gijón, una operación que desde entonces ha generado muchas críticas. Fernández, que pagó 240.000 euros, arrebataba el control de la sociedad a Manuel Calvo Pumpido, convirtiéndose además en el trigesimosegundo presidente del club gijonés.

Fueron años convulsos, en los que el Sporting perdió su vitola de equipo que competía de cuando en cuando en Europa para pasar a coquetear con el descenso. Tras tres años en la presidencia, Fernández se retiró del primer plano, achacando la decisión a "motivos de salud". Desde ese momento seguiría controlando el club desde la distancia, repartiendo su residencia entre Marbella y su domicilio de Gijón.

Un año más tarde de su marcha de la presidencia, en 1998 y con Ángel García Flórez en la presidencia, el Sporting protagonizaba un traumático descenso a Segunda División.

Fernández siguió ampliando su poder en el Sporting a partir de 1999, con la constitución de una sociedad de curioso e irónico nombre: 'Por El Futuro y La Estabilidad del Club'. Con el expresidente del Sevilla F.C. José María González de Caldas y el abogado Fernando Huidobro como compañeros de viaje, Fernández siguió adquiriendo paquetes accionariales de pequeños accionistas hasta hacerse con el control absoluto de la entidad, una circunstancia que iría a más a raíz de la entrada del Sporting en concurso de acreedores, cuando Fernández permutó por acciones la deuda que la entidad tenía con él por diferentes préstamos.

Desde la distancia, fue delegando la presidencia del club en diferentes personas: García Flórez, Germán Ojeda, Juan Manuel Pérez Arango, Manuel Vega-Arango, Antonio Veiga y, desde hace seis años, en su hijo Javier Fernández Rodríguez. Fernández manifestó siempre que no participaba en la toma de decisiones, aunque eran habituales sus visitas a Mareo con la justificación de "comprar lotería" o "pasar a saludar". Amplios sectores del sportinguismo no se olvidaban de él, manifestando su rechazo a través de un 'eslogan' que se plasmó en cánticos, bufandas e incluso manifestaciones: 'Fernández Vete Ya'.

Fernández siempre manifestó (al menos públicamente) a vender sus acciones a algún comprador interesado, siempre y cuando fuera de Gijón. Su rechazo a estudiar ofertas de compradores foráneos se convirtió en la bandera de su discurso. De momento, el Sporting quedará en menos de su familia. Solo los Gil igualan la permanencia de una saga al frente de un club del fútbol profesional español.

El funeral por José Fernández se celebrará este lunes, a las seis de la tarde, en la iglesia parroquial de San Julián, en Somió. Su fallecimiento se produjo, precisamente, el día que se cumplían cuatro años de la pérdida de la mayor leyenda rojiblanca de la historia: la de Enrique Castro 'Quini'.