Nadie está esperando nuestro análisis

Madrid

Hoy tengo que contaros una cosa que no me había pasado hasta ahora y es que, después de empezar a teclear varias versiones de esta Mirada, al final he pensado que era mejor tirarlas todas a la basura y buscar otro punto de vista. O más bien ningún de vista. De lo que me he dado cuenta es de que no sé lo suficiente sobre el tablero geopolítico de las antiguas repúblicas soviéticas como para llegar a aquí y aportar nada sobre la invasión de Ucrania.

Por eso, este lunes quiero aprovechar mi mirada para dirigirme a ti, oyente de Hoy por Hoy que no tienes una formación clara sobre estrategia post-euromaidán, y decirte que, tranquilo, nadie está esperando nuestro análisis. Yo, por ejemplo, no sé dónde está Jarkov ni qué peso estratégico tiene para Rusia. Por no saber, ni siquiera estoy seguro que se diga Jarkov.

Y es que llevamos mucho tiempo opinando sobre cosas que nos vienen grandes pero es que esta, además de grande, es especialmente delicada. Es verdad que la actualidad nos ha acostumbrado a hacernos pasar por vulcanólogos, virólogos o expertos en el Festival de Benidorm y este es un buen momento para frenar y reconocer que hay cosas que no entendemos. Como el festival de Benidorm.

Durante toda una pandemia mundial no hemos sabido dejar hablar sólo a aquellos que tenían un opinión formada y todo el ruido que eso generó lo seguimos pagando caro. Ya que a estas alturas está claro que no vamos a salir mejores, al menos salgamos más espabilados y no contribuyamos al alarmismo con conjeturas improvisadas.

No te sientas culpable si no terminas de entender qué está pasando en Ucrania. Siempre y cuando no seas Vladimir Putin. En ese caso sí puedes sentirte muy culpable.