"La vida no es como el Monopoly, la vida es real": el chef José Andrés se emociona al recordar a un joven que ha conocido en la frontera de Ucrania
El cocinero lleva días en Polonia ayudando a los refugiados ucranianos que huyen de su país
Madrid
Cuando Rusia atacó a Ucrania, el chef José Andrés no dudó ni un momento en coger las maletas e irse a Polonia para ayudar desde allí a todos los ucranianos que cada día cruzan la frontera para huir de la barbarie. El cocinero, además de ser conocido por sus platos, también es popular por su solidaridad y su crítica a la política. Cuando algo le parece reprobable, lo hace saber a través de sus redes sociales, desde pedir a Sánchez y Casado que se pongan de acuerdo para buscar soluciones al Mar Menor hasta reírse de una congresista republicana negacionista por su confusión. Ahora, comparte diariamente sus reflexiones sobre el ataque de Putin y este martes estaba visiblemente afectado por todo lo que está ocurriendo allí.
En un vídeo de casi 4 minutos grabado de madrugada en la plaza de la localidad polaca de Rzeszów, piensa en toda esa gente que se ha visto obligada a dejar sus casas: "Estoy en una bonita ciudad. Ahí está el ayuntamiento, con una bandera polaca junto a una bandera de ucrania. Los polacos, como la gente de todo el mundo, son ucranianos ahora. Como veis, la nieve está llegando, hace verdadero frío, y yo me voy al confort de mi hotel, como la mayoría de vosotros estaréis en vuestra confortable casa, y es duro pensar que ahora mismo hay muchas mujeres, porque los hombres están combatiendo, con sus hijos andando durante horas para salir de Ucrania y estar a salvo en diferentes países". El chef destaca que "todos los países les dan las bienvenida y están intentando hacerlo lo mejor posible en estos primeros días" para ello les proporcionan "mantas y lugares para vivir temporalmente" pero insiste en la dureza de esa situación por la que están atravesando miles de personas.
José Andrés se muestra muy emocionado durante todo el vídeo pero hay un momento en el que se está especialmente conmocionado y es cuando recuerda a un joven que ha conocido ese mismo día: "En Medyka, justo en la frontera con Ucrania, he conocido a un americano que se quería unir a las fuerzas militares ucranianas y estaba volviendo a Kiev... ¿Cómo ponerse en el lugar de estos hombres y mujeres en esta situación?" Por eso, hace una reflexión y un llamamiento: "No aprendimos de los horrores del pasado. Gente, necesitamos hablar de nuevo. Los líderes nos están fallando en su apoyo. No podemos permitir que haya más Putins en el mundo. No podemos planear como en el Monopoly. La vida no es como el Monopoly, la vida es real. Los chicos deberían escuchar las consecuencias. Tenemos que dejar los discursos y los aplausos y clamar, de la mejor forma que sepamos, que tenemos que empezar a ser más listos porque estoy va a ser muy difícil para muchos necesariamente".
El vídeo está subido a Twitter a las 5 de la madrugada, hora española. José Andrés cuenta que ya se va a dormir pero que solo quería mostrar su orgullo por la gente de Ucrania: "Sabemos que no es una guerra, no es una guerra que, por definición, lucha por la libertad, pero si utilizo esa palabra es guerra por la mierda de orgullo. Cualquiera que haya pensado que Putin era un buen líder, debería sentir vergüenza y no se debería defender a nadie que piense que es un buen líder, es igualmente vergonzoso. Esa es la gente que piensa que el mundo es el Monopoly. Adiós", se despide con tristeza.
José Andrés fundó en 2010 la ONG World Central Kitchen para responder a la escasez de alimentos en Haití provocada por terremoto que devastó la isla ese año pero si labor humanitaria no se quedó ahí. Actualmente, además de ayudar a los refugiados ucranianos, atiende a las víctimas de las inundaciones en Brasil y a los afectados por el paso del ciclón Batsirai en Madagascar. Este fin de semana, en tan solo 18 horas, la organización repartió 4.000 comidas calientes en la frontera de Ucrania con Polonia.