8M: mujeres en la ciencia y el espacio
Investigadoras de la UPV y una ingeniera aeronáutica animan a las niñas y las jóvenes a perseguir su vocación científica o tecnológica
8 de marzo día de reivindicación. Las mujeres en el ámbito profesional.
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Vitoria
Ilargi Martínez Ballesteros e Irati Martínez Malax-Etxebarria son profesoras e investigadoras en la UPV/EHU, en la Facultad de Farmacia de Vitoria. Pertenecen al grupo de investigación MicroIker, que acaba de publicar un descubrimiento relacionado con las Salinas de Añana. Han hallado allí un nuevo microorganismo: una bacteria de nombre impronunciable que, entre otras cosas, puede tener interesantísimas aplicaciones en el ámbito sanitario o medioambiental.
Y es que los microorganismos que se desarrollan en entornos tan extremos como el de una salina -explican- producen, por ejemplo, moléculas antimicrobianas que pueden ser usadas para la generación de nuevos antibióticos. Incluso hay otros -cuentan- que generan moléculas capaces de degradar el petróleo o los plásticos. Y por ahí, con esta nueva bacteria, se podrían abrir nuevas vías de investigación.
Ese trabajo científico -apuntan- es un añadido más a la tarea docente y supone un gran esfuerzo. Esa exigencia pesa más para Irati desde que es madre: "La ciencia es como otro ser autónomo más, te requiere muchísimo tiempo, que normalmente lo destinas de fuera del horario laboral y ahora...", dice. El equipo es fundamental -aseguran- y también el nivel de autoexigencia que cada cual se imponga.
En su campo, aseguran, cada vez hay más mujeres que "tiran del carro", que están a la cabeza de los grupos de investigación y animan a las niñas y las chicas que tengan una vocación científica a perseguirla. "Pueden conseguir todo lo que se propongan, no hay que dejar de decir eso a las niñas. Y lucharán como nosotras y conseguirán más, poco a poco".
Es el mensaje que lanza también a las nuevas generaciones Cristina Ortega, ingeniera aeronáutica especializada en vehículos espaciales: que las niñas a las que les guste el ámbito espacial no se queden sin abordarlo por clichés o por prejuicios, que -considera- aún están instalados en la sociedad.
Piensa que es muy importante hacer en la vida lo que te apasiona. Y ella lo hizo. Lo tuvo claro desde pequeña y su gente le apoyó en ese camino, aunque no fue fácil ni siquiera localizar la única escuela de aeronáutica que había en España cuando le tocó elegir carrera. La encontró, fue a por ello y no se arrepiente. Ahora es una de las poquísimas mujeres directivas de su sector y advierte de que hay mucho talento femenino y muchas tareas en ese mundo del espacio que desde luego pueden cubrir las mujeres.
Con su empresa, AVS, con presencia en el Parque Tecnológico de Álava, Cristina Ortega ha participado, entre otros muchos proyectos, en la misión Perseverance de la NASA al planeta Marte y ahora, para la Agencia Espacial Europea van a crear un vehículo que mandarán a la luna. Un coche-robot de cuatro ruedas capaz moverse de forma autónoma por la superficie lunar con el que se va a estudiar la presencia de agua o la capacidad de extraer recursos como oxígeno o metales.