Sociedad | Actualidad

Un 8-M roto por la ley trans y la posición sobre la prostitución

La división en el movimiento feminista se hará patente en las calles

Centenares de militantes de UGT y CCOO se concentran este martes, en la Plaza del Museo Reina Sofía de Madrid con motivo del 8-M. / David Fernández (EFE)

Madrid

Llevaba años larvada, especialmente desde que Podemos asumió las competencias y el Ministerio de Igualdad, pero la división en el movimiento feminista se hará patente este 8-M en las calles. Y dos son las cuestiones ideológicas que las separan: la ley trans, que está en tramitación y que ha generado un enfrentamiento muy fuerte, muy virulento, sobre todo en redes sociales; y la prostitución, que siempre ha sido un punto de fricción en el feminismo.

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Las promotoras de la manifestación de siempre, la oficial y más multitudinaria, admiten que hay sectores a favor de la regulación de la prostitución, reconocen también que no tienen una posición definida sobre los vientres de alquiler y sobre la ley trans exigen la libre autodeterminación de sexo y género. "Hay un acuerdo en el reconocimiento de los derechos de las mujeres trans considerados como derechos humanos básicos, el derecho a elegir sobre su propia vida y algo tan personal como la expresión de identidad de cada cual", señala Justa Montero, portavoz de la Comisión 8-M.

Ausencia de Yolanda Díaz

El Gobierno apoya esta marcha con la presencia de las ministras de Podemos, excepto Yolanda Díaz porque su hija está de cumpleaños, y con la presencia de las ministras del PSOE. Un PSOE que enarbola la bandera de la abolición de la prostitución y esta es la principal reivindicación de la otra manifestación, la de las feministas clásicas.

Muchas son socialistas que se oponen a la ley trans, han sido acusadas de tránsfobas y denuncian que la ministra Montero no está defendiendo la agenda feminista sino que ha abrazado la teoría queer y el debate sobre la identidad de género que ataca los derechos de las mujeres.

"Esto es algo que ha conseguido la ministra de Igualdad, dividir al propio movimiento de mujeres. En los últimos años, a las que defendemos que la prostitución no es un trabajo, que no se puede tratar a las mujeres como incubadoras y que ser mujer no es un sentimiento, hemos sido expulsadlas de las manifestaciones e incluso nos han insultado y agredido", rebate Tasia Aránguez, de la plataforma Contra Borrado.

Abolición de la prostitución

Este mismo lunes en Hora 25 Carmen Calvo dijo que el 8-M tiene que ser el de la abolición de la prostitución. Y la ex vicepresidenta es contraria a la autodeterminación de género y hay que recordar que salió del Gobierno tras su choque con Irene Montero por la ley trans.

Tras la división en el Gobierno por el envío de armas a Ucrania, el presidente Sánchez acudió al acto institucional del 8-M para intentar ofrecer con la ministra Montero una imagen de unidad porque la semana pasada Igualdad llamó a convertir las manifestaciones en la protesta del No a la Guerra. Este es el panorama, un feminismo roto tras dos años de pandemia que ha acentuado muchas de las desigualdades como la de los cuidados de los que siguen haciéndose cargo las mujeres.