Izquierda Unida llevará el conflicto de Schneider Griñón a la Comisión Europea
Tras las movilizaciones de estos días, los trabajadores alcanzan el compromiso del Ministerio de Industria de intentar mediar para frenar los despidos
Fuenlabrada
El grupo parlamentario de La Izquierda en la Comisión Europea, del que forma parte Izquierda Unida, ha elevado la situación de los trabajadores de la fábrica Schneider Electric en Griñón a la cámara de representantes. Unos empleados que se enfrentan a la amenaza de 87 despidos, la mitad de la plantilla, tras la deslocalización de una parte fundamental de la producción que se realiza en el sur de Madrid.
Una pregunta para que sea respondida por escrito registrada por la diputada Sira Rego. La interpelación quiere saber “qué opinión tiene la Comisión sobre la deslocalización de líneas de producción o factorías enteras en el seno de la UE” y si Schneider Electric ha solicitado o recibido fondos europeos o ayudas del estado italiano para trasladar los trabajos de Griñón a la localidad de Stezzano, al norte de Italia.
En el documento registrado, Izquierda Unida sostiene también que los trabajadores de la planta madrileña ya tuvieron que “aceptar fuertes recortes y la retirada de líneas de producción”, por lo que este nuevo plan “inicia el camino hacia el desmantelamiento de la factoría o su conversión en mero centro logístico”.
Por su parte el comité de empresa de Schneider Griñón mantendrá las movilizaciones y protestas, cuya concreción se irá determinando en próximas asambleas, al tiempo que tras las últimas reuniones han alcanzado el compromiso tanto del Ministerio de Industria como de la Comunidad de Madrid de intentar mediar en este conflicto.
El coordinador de Izquierda Unida en Madrid, Álvaro Aguilera, durante la concentración frente al Ministerio de esta semana, pedía precisamente al gobierno regional un plan de Industria que revierta la progresiva pérdida de puestos de trabajo de calidad que sufre la región desde hace años.