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La hoja de ruta de la UE para reducir su dependencia del gas ruso

La Comisión Europea ha presentado una estrategia con la que pretende acelerar su autonomía y reducir en dos tercios la demanda del gas de Moscú antes de que acabe el año

La nueva estrategia de la Comisión para reducir la dependencia del gas ruso / Getty

Madrid

"Debemos independizarnos del petróleo, el carbón y el gas rusos. No podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente. Necesitamos actuar ahora para mitigar el impacto del aumento de los precios de la energía, y acelerar la transición a la energía limpia". Así se ha expresado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, con relación a la nueva estrategia de la Unión Europea que persigue reducir la dependencia del gas ruso. La ofensiva de Rusia a Ucrania ha agravado la crisis energética de la UE. No solo por las amenazas rusas de cortar el suministro, sino porque el petróleo y el gas siguen siendo las principales vía de supervivencia de Moscú: 700 millones de dólares diarios, esenciales para financiar el ataque a Ucrania.

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Estados Unidos prohibió ayer mismo la importación de petróleo y gas rusos. Desde la UE, por el momento, no han hablado de prohibiciones, pero lo que ha propuesto el Ejecutivo comunitario es, de facto, el fin de los flujos energéticos del gas con Rusia: reducir en dos tercios la demanda europea de gas ruso antes de que acabe el 2022 y conseguir la independencia total para el 2030. A través del plan, llamado, REPowerEU, la UE busca diversificar el suministro de gas, acelerar el despliegue definitivo de las energías renovables y reemplazarlo como generador de energía.

La UE importa, a día de hoy, el 90% de su consumo de gas y Rusia proporciona alrededor del 45% de las importaciones, lo que se traduce en 155.000 millones de metros cúbicos de gas natural. Ya lo ha dicho el vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans: "La guerra de Putin en Ucrania demuestra la urgencia de acelerar nuestra transición de energía limpia". Y al parecer Bruselas lo tiene muy claro y se ha fijado unos objetivos en cuestión de días.

Diversificación del suministro

El Ejecutivo Comunitario sabe que cerrar el grifo de la importación de gas ruso sería inviable, por lo que pretende aumentar la resiliencia del sistema energético, en el corto plazo, maximizando el suministro a través de otras fuentes: la importación de gas natural licuado (GNL) a Estados Unidos, Qatar y Australia o a través de gaseoductos de proveedores no rusos. También apuesta por aumentar la producción e importación de biometano e hidrógeno renovable.

Reservas al 90%

La comisaria de Energía, Kadri Simson ha expresado que para las semanas que quedan de este invierno, Europa tiene suficientes cantidades de gas, pero "necesitamos reponer nuestras reservas urgentemente para el próximo año". Por ello, la Comisión presentará en abril una propuesta legislativa con la que exigirá a las capitales europeas que, para el 1 de octubre de cada año, tengan las reservas de gas al 90% de su capacidad. Esto se traduce en un incremento del 30% con respecto al mínimo que se exige actualmente.

Impulsar la eficiencia energética

La Comisión cree que parte de esta independencia de la energía rusa para por impulsar la eficiencia energética en nuestros hogares y fomentar el despliegue de las energías renovables, como la eólica y la solar. "Es hora de que abordemos nuestras vulnerabilidades y seamos rápidamente más independientes en nuestras elecciones energéticas. Lancemos energías renovables a la velocidad del rayo. Las energías renovables son una fuente de energía barata, limpia y potencialmente inagotable y, en lugar de financiar la industria de los combustibles fósiles en otros lugares, creemos puestos de trabajo aquí", ha señalado Timmermans. Alemania, por ejemplo, actualizó sus objetivos renovables hace una semana y fijó 2035 como el año en que casi toda su energía será verde.

Aval a controlar los precios

El mismo documento avala que los estados, ante las "circunstancias excepcionales actuales", puedan establecer precios regulados para hogares y empresas vulnerables. De igual modo, Bruselas señala que los Veintisiete podrán valorar "medidas fiscales temporales sobre los beneficios" de las empresas, y, de forma excepcional, redistribuirlos entre los consumidores.

Mariola Sarrió

(Ontinyent, 1995). Redactora en la web de la...