En Medio de Abril habla de los penales franquistas

Aranda de Duero

La Asociación En Medio de Abril cuenta este viernes en Aranda con la presencia de José Carlos González, presidente de la asociación de memoria histórica ‘Los barracones’, de la localidad madrileña de Bustarviejo.

Este colectivo toma el nombre de un campo de trabajos forzados establecido en los años más duros de la historia reciente de España. Sirvió para construir túneles que permitiesen el desarrollo del ferrocarril que conectó Madrid y Burgos y en él se obligó a trabajar a reclusos contra su voluntad.

José Carlos González ofrecerá en la Casa de Cultura a las siete y media de la tarde una conferencia sobre los destacamentos penales franquistas, donde los presos republicanos vivían apartados de la civilización. Habían sido condenados a muerte por el régimen “por adhesión a la rebelión”, aunque posteriormente esa pena sería conmutada por treinta años de prisión por “auxilio a la rebelión”.

Al no caber en las prisiones se les ofrecía la posibilidad de redimir sus penas por trabajos forzados. A mediados de los años 40, había en España 121 Destacamentos, donde trabajaban alrededor de 16.000 presos.

Este destacamento penal de Bustarviejo tenía una estructura de planta rectangular con un patio central donde se alojaban los presos cuando no estaban trabajando. Por estas dependencias pasaron entre 1.944 y 1.952 una media anual de 100 presos que participaron en la obra de la línea férrea entre Madrid y Burgos, construyendo dos túneles, de 395 y 248 metros, un viaducto de 26 metros de altura, con 11 arcos de 12 metros de luz y una estación de tren ubicada en las afueras del pueblo.

La fundamentación teórica del nuevo régimen penitenciario se basó en los conceptos católicos de pecado, expiación de la culpa y perdón, sustituyendo a los conceptos de derecho de delito, pena y amnistía.. La fundamentación material fue el trabajo forzado a cambio de reducción de condena al preso para su rescate físico y moral.