Olga y Sergei huyen con sus hijos de la guerra, pero él se queda porque está llamado a combatir
Así es la vida de muchas familias ucranianas desde que comenzó la invasión rusa
Olga y Sergei
Madrid
Olga y Sergéi huyen de Ucrania. En concreto desde la ciudad de Kharkiv, la segunda ciudad en importancia del país y una de las más azotadas por los ataques de las tropas rusas. Les acompañan sus dos hijos. Hace siete días que llegaron a Lviv, un pueblo a las afueras que se ha convertido en su refugio desde entonces.
Más información
Olga muestra en la pantalla de su teléfono algunas fotos hechas desde la ventana del que era su hogar hasta que ella y su familia se vieron obligados a dejarlo.
En esas imágenes se ve cómo ha quedado su barrio tras los bombardeos: casas derruidas, ventanas descolgadas, escombros y cenizas por todas partes. Se siente la desolación en sus palabras y en su mirada.
Explica Olga que su objetivo es poner rumbo a Polonia junto a sus hijos. Para ponerse a salvo, para ponerlos a salvo a ellos.
Sergéi, en cambio, se queda e Ucrania. Está llamado por el Gobierno prestar servicio para defender a su país, como todos los hombres mayores de edad desde que el presidente ruso, Vladimir Putin, diera la orden de comenzar la ofensiva.
Esta no es solo la historia de Olga y Sergéi, sino la de miles de familias que han tenido que separarse desde el pasado 24 de febrero y que no saben cuándo volverán a reencontrarse.