Llanto y dolor en el funeral del soldado Kylik Sergii

Novoiavorivsk (Ucrania)

Un día después del ataque que se registró el domingo contra la base militar de Yavoriv, a tan solo 20 kilómetros de la frontera con Polonia, que dejó al menos 35 muertos y más de un centenar de heridos, las explosiones siguen sonando en la ciudad sembrando el pánico entre los que aún quedan en la zona del hospital próximo a la base militar al que siguen llegando heridos. Los más graves se trasladan a Leópolis (Lviv), la capital de la región.

En la morgue de Novoiavorivsk hemos conocido este lunes la historia de una joven que hoy ha recibido el cadáver de su hermano, de poco más de 20 años, que falleció en Donetsk. Abrazada por su marido, nos contaba que lo que está pasando es "una desgracia para Ucrania": "Putin debe parar esta barbarie, he pasado mucho miedo con las explosiones en la base de Yavoriv".

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Cerca de allí, en una iglesia, hemos acompañado a la familia del soldado Kylik Sergii, que murió el pasado 3 de marzo en Bucha (oeste de Kiev) con 53 años. Hoy ha llegado su cuerpo en una bolsa negra desde Kiev. Su viuda relata a la SER que su marido había regresado al ejército recientemente. Su marido recibió un tiro en el cuello.

Sobre el ataque que se registró el domingo contra la base militar de Yavoriv, las autoridades locales han confirmado que no hay extranjeros entre las víctimas. En la morgue de Novoiavorivsk esperan los cadáveres, algunos solo reconocibles con pruebas de ADN a causa de la violencia de las explosiones.

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