Tribunales

El acusado de idear un atentado contra el presidente alega embriaguez

La Fiscalía no cree los argumentos de Manuel Murillo, el tirador de ultraderecha que quiso contactar con Santiago Abascal para proponerle su “plan Valkiria” con el que tirotear a Pedro Sánchez y derrocar al Gobierno y que se “ensoñaba” al escuchar "a Jiménez Losantos"

El acusado Manuel Murillo Sánchez comparece ante la Audiencia Nacional este martes en Madrid. / J.J. Guillen EFE

Madrid

La Audiencia Nacional juzga desde este martes a Manuel Murillo, el sexagenario guardia de seguridad cuyo padre fue alcalde franquista de Rubí, que fue detenido en 2018 después de que entre los meses de julio y septiembre de aquel año expresara en un grupo de WhatsApp de ultraderecha su intención de asesinar al presidente del Gobierno por exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos, hecho que sucedería un año más tarde. Al ser detenido, los Mossos le incautaron un arsenal de armas, incluidas varias de guerra, como un fusil de asalto Cetme en condiciones de uso.

Murillo ha narrado al tribunal que jamás quiso tirotear a Sánchez. Que no es un asesino y que se trataba de “ensoñaciones” de un “patriota” vertidas en el chat “Terrassa por España” en el que fue introducido por la coordinadora local de Vox, que incluía a simpatizantes de esta formación y a militares retirados, en el que se “subía algún escudo” o se arengaba a los participantes con un “buenos días España”. El acusado ha tratado de explicar sus “ensoñaciones” porque escuchaba cada mañana al periodista Jiménez Losantos y “mezclaba luego las películas”, sintiéndose “como Rambo, un héroe para salvar a España”.

Murillo envió mensajes como “a Sánchez hay que cazarlo como un ciervo y poner la cabeza en la chimenea”, que su “mayor ilusión” era “meter al traidor de Sánchez debajo de la lápida de Franco” o que se trataba de un “francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez”.

El acusado fue más allá y contactó personalmente con Patricia Muñoz, coordinadora de Vox en Sabadell, a quien “por sus contactos” en la formación de ultraderecha, pidió “una cita con Santiago Abascal”, líder del partido, con el objetivo de comunicarle su “plan Valkiria” (en referencia al intento de golpe de Estado para asesinar y derrocar a Hitler en 1944) mediante el que afirmó que pretendía disparar al presidente y acabar con el Gobierno.

Fue la propia Patricia Muñoz quien informó a los Mossos sobre el contenido de los mensajes. “Informé pero no denuncié, me molesta mucho que digan que le denuncié” a la policía, ha declarado la representante de Vox en su comparecencia como testigo. Ni la Fiscalía ni los agentes que participaron en la investigación y que también comparecieron este martes ante el tribunal, han hallado conexión directa de Vox con el acusado.

El juicio se reanudará el próximo 29 de marzo con nuevas periciales.

 
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