Madrid

En los años setenta una joven Helen Mirren tenía un papel en una obra experimental en el West End londinense, a pesar de no ser una mujer muy rockera Mirren protagonizaba un musical titulado Teeth and Smile escrito por David Hare, un tipo que luego haría carrera como guionista de teatro, cine y televisión. En aquella obra Mirren tenía un pequeño papel haciendo de Janis Joplin e incluso se atrevía a cantar algunas canciones.

Una noche la actriz tuvo un extraño encuentro con Keith Moon, el genial batería de The Who, un encuentro que comenzó en un callejón con unos cubos de basura. “Estaba en mi camerino, que daba al callejón de atrás y empecé a oír un montón de ruidos. Miré por la ventana y saliendo de un cubo de basura apareció un hombre completamente borracho cubierto de basura”, contaba la actriz en el programa de Connan Obrien.

La obra se estrenó en septiembre de 1975 en el Royal Court Theatre y Mirren estaba nerviosa porque no se sentía cómoda cantando. De pronto los ruidos de callejón se fueron acercando más y más. “Estaba esperando a mi última escena y comencé a oír como esos ruidos se iban acercando a mi puerta. Pensé que el borracho había entrado al teatro y luego escuché los ruidos subir las escaleras y de pronto el ruido se paró ante mi puerta”. Aquel borracho que había salido de un cubo de basura y que se había colado en el teatro era Keith Moon, uno de los baterías más recordados e imitados de la música y figura de The Who.

Keith Moon entró al camerino de Helen Mirren como un elefante en una cacharrería. Había oído que la actriz estaba muy bien en la obra y había decido colarse en el teatro para hablar con ella, Mirren se quedó alucinando. La actriz saludó nerviosa al músico y descubrió sus intenciones cuando Mirren se despidió asegurando que tenía que volver al escenario. Moon se vino arriba y propuso a la actriz salir con ella y encargarse de la batería que había en el escenario. Mirren se negó. “Esas cosas no se hacen en el teatro. Esto no es un concierto”, le espetó. El músico obedeció finalmente a Helen, pero cuando todo pasó también fue un punto de arrepentimiento para la actriz. “Uno de mis grandes arrepentimientos es no haber salido a escena con Keith Moon”, contaba Helen Mirren en la entrevista.

Aquello tuvo lugar en 1975, un año después el musico se desmayó en un concierto en Boston pasado de barbitúricos y alcohol, poco después fue ingresado en un psiquiátrico y también en un hospital después de herirse destrozando una habitación de hotel.

Tres años después del encuentro con Helen Mirren el batería de los Who murió tras vivir al límite durante tantos años y para el recuerdo queda aquella extraña anécdota de Helen Mirren que es parte de Historias del Sofá Sonoro.

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