Leontxo García: "El ajedrez es el deporte más violento que existe, es como un boxeo mental"

Madrid

Cuando a una persona le gusta su profesión, se nota. Leontxo García lleva 39 años siendo como "como una gota de agua sobre una roca", según cuenta él mismo. Porque este periodista, este comunicador del ajedrez, lleva casi cuatro décadas investigando, despiezando, todo el conocimiento que hay sobre este deporte, que ahora se ha convertido en tendencia en nuestro país y en medio mundo. Él lleva trabajando para 'El País' desde 1985 y cubrió momentos tan históricos como el duelo entre Garri Kasparov y Veselin Topalov en 1999. También asistió a los míticos duelos entre los dos gigantes soviéticos: el propio Kasparov y Anatoli Karpov. Nos lo relata con pasión en Hora 25.

"La partida entre Kasparov y Topalov puede producir algo similar a la novena sinfonía en un amante de la música o 'Las Meninas de Velázquez' en un amante de la pintura", explica. "Una partida para que sea épica tiene que tener tensión, ataque y defensas, cambios y sorpresas y el concepto de sacrificios porque rompe los esquemas. Si tú entregas una pieza que vale mucho por algo que aparentemente no vale nada, eso ya genera directamente éxtasis en el espectador", señala.

¿Cuál ha sido la partida que más ha sorprendido a Leontxo, pero no sea conocida por el común de los mortales? "Quizá la que le ganó Bobby Fischer con 12 años a un gran maestro norteamericano. Ahí se convirtió en inmortal pasen los siglos que pasen. Bobby Fischer era un genio en jaque perpetuo", reconoce. "Un psiquiatra islandés lo describió de la siguiente manera: la frontera entre la genialidad y la locura es muy estrecha. Las personas normales pensamos dentro de una caja, a veces nos salimos un poco de esa caja, pero en seguida volvemos a ella. Los genios salen con frecuencia de la caja y corren el peligro de no volver", dice.

¿El genio se nace o se hace? "Mi conclusión es que hay que nacer con la genética de un genio, pero luego hay que desarrollarlo", asegura. Sobre la importancia de la psicología y la destreza en el ajedrez, Leontxo utiliza una frase memorable: "El ajedrez es el deporte más violento que existe". El periodista cuenta que los jugadores recurren cada vez más a profesionales de la psicología para prepararse para partidas mastodónticas.

Lo cierto es que un buen jugador de ajedrez nunca debe mostrar demasiado sus emociones. "Aprenden a poner cara de póker", explica Leontxo. "A veces el tablero es una vía de escape sobre lo que tú no eres en la vida normal", sentencia. Leontxo pone como ejemplo la importantísima penetración del ajedrez en las cárceles: "Por la experiencia que tenemos, la inserción del ajedrez en las prisiones se explica porque es una manera de sublimar la violencia que todo ser humano lleva dentro".

Leontxo recuerda cuándo una máquina, la inteligencia artificial 'Deep blue' de IBM, ganó al campeón del mundo de ajedrez. "Fue tremendo. Había mucha gente muy preocupada y las líneas de internet incipientes colapsaron", explica. "El ajedrez, la música y las matemáticas son las tres actividades que producen más niños prodigios. ¿Cuál es el factor común de las tres? El pensamiento abstracto. En la historia de la literatura no hay genios de 12 años, en estas actividades sí", señala.

¿El ajedrez es un juego perfecto?

"Para la mente humana, sí, se acerca a un juego perfecto. Se ha intentado muchas veces mejorarlo y ningún intento ha tenido éxito. Estamos hablando de una de las poquísimas actividades humanas que tienen más de 1.500 años de historia documentada", explica García. El ajedrez moderno, como él mismo relata, surge en España a finales del siglo XV. La principal diferencia con el ajedrez arábigo es la figura de la dama, que además los españoles convierten en la pieza más poderosa del tablero porque se puede mover prácticamente a su antojo. "Probablemente fue un homenaje a Isabel la Católica", apunta el periodista. "La dama ya se había introducido en otros países del centro de Europa, pero no como pieza preponderante", dice.

La política y el ajedrez

"Hace falta más ajedrez en la política. Hay mucha demagogia y muchos políticos que se aprovechan de que cada vez hay gente que piensa menos por múltiples motivos. Yo oigo cosas que digo, pero cómo se atreven a decir esta barbaridad si es mentira. Lo dicen porque llegan a la conclusión de que debe ser rentable", reflexiona.