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Historia

De Las Vegas al Mesón El Coto: Rafael Jurado ha dedicado más de 60 años a la hostelería de Ciudad Real

Su trayectoria profesional le llevó también a pasar por los hoteles Castillo y Almanzor

'La Máquina del Tiempo', con Mireia Morollón: Rafael Jurado, 60 años dedicado a la hostelería

Ciudad Real

Cuando Rafael Jurado Garzón tenía apenas 12 o 13 años ya comenzó a tomar contacto con la hostelería. Lo hizo en la cafetería-marisquería Las Vegas. Era un establecimiento que estaba situado en la Plaza Cervantes, frente a Sederías Palacio y Telefónica. Destacaba, sobre todo, por ser uno de los pocos bares en el que se podía encontrar marisco fresco. "Teníamos unas gambas blancas de Huelva que eran gigantes. La gente se daba bofetones por comerlas", según ha recordado en la Máquina del Tiempo de Hoy por Hoy Ciudad Real. "Las vendíamos a 260 pesetas el kilo y nos las quitaban de las manos. La ración, con 10 o 12 gambas, valía 30 pesetas. La gente se quedaba loca y venían de toda la provincia".

Las Vegas estaba en la Plaza de Cervantes de Ciudad Real / R. Jurado

El establecimiento estaba regentado por Agustín Campos Padente y contaba con con seis trabajadores, dos de ellos cocineros y una terraza en la acera que era atendida por Jesús, "un camarero de toda la vida", explica Rafael que a los 14 años fue dado de alta. Aquello lo recuerda perfectamente porque para autorizarle a trabajar "existía una cartilla con tres hojas que tuvieron que firmar mi padre, el médico de cabecera y el alcalde".

Cuando cumplió 18 llegó al Hotel Castillo. Era el único hotel que existía en Ciudad Real y todas las autoridades de la localidad y todo aquel que venía a esta capital tenía que alojarse aquí. Desde presidentes de Castilla-La Mancha como José Bono o José María Barreda a los artistas que actuaban en la feria en La Talaverana pasando por todas las personas que participaban en la batalla de flores que se celebraba en las fiestas y que llegaba a congregar a más de 7000 personas de toda la provincia.

En el Hotel Castillo estuvo 30 años hasta su cierre. Fue el momento más amargo, pero de todos aquellos años guarda muy buenos recuerdos y anécdotas como la que protagonizó con Miguel Ríos. El cantante que iba a actuar en La Talaverana le preguntó cómo podía llegar hasta el Parque de Gasset y él mismo le subió en el coche y le llevó hasta el lugar, porque también se ocupaban del servicio de hostelería que se prestaba allí.

Camareros Hotel Castillo / R. Jurado

"El Castillo fue la escuela de la hostelería de Ciudad Real. La mayoría de profesionales que hay en Ciudad Real salieron de allí. Teníamos como jefe a Eduardo Pérez Ayuso y fue quien nos enseñó lo que sabíamos". Estando allí incluso les llamaban para dar bodas para 3000 personas en Madrid.

La misma empresa que compró este hotel era la del Hotel Almanzor y a Rafael le ofrecieron la posibilidad de quedarse con él. Constituyó una sociedad con tres cocineros más y estuvieron funcionando "tres años a tope". Finalmente tuvo que llegar a un acuerdo con la empresa, que quería venderlo y lo dejó.

Camareros Hotel Almanzor / R. Jurado

También estuvo encargado durante cuatro años del comedor de la Comandancia de la Guardia Civil de Ciudad Real.

Sus últimos años como hostelero los pasó en el Mesón El Coto, que estaba situado en la calle de Los Reyes, donde se jubiló y donde puso punto y final a una profesión que le llevó a participar de eventos como la apertura de los dos hipermercados de Ciudad Real, primero Eroski y luego Pan de Azúcar ofreciendo los catering de inauguración. Mucho antes lo hizo para la fábrica de Pegamento Imedio en Calzada de Calatrava o para Repsol en Puertollano.