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La peor versión en el peor momento

El Sanse revive malas sensaciones que parecían olvidadas y pierde en el Reale Arena contra el Mirandés (1-3) después de una segunda parte para olvidar. Deja pasar una oportunidad de oro para engancharse del todo a la permanencia

Julen Lobete falla una ocasión clara contra el Mirandés / LaLiga

San Sebastián

El Mirandés se llevó el partido clave por la permanencia del Reale Arena contra el Sanse y da un golpe encima de la mesa para alejarse de los puestos de peligro. El conjunto rojillo remontó en la segunda parte el gol de Karrikaburu antes del descanso y pone tierra de por medio con el descenso, que lo deja ya a nueve puntos. El filial txuri-urdin, por su parte, dejó pasar una oportunidad de oro de acercarse a la salvación y meter presión a los rivales que tiene por delante en la tabla. En medio de un gran ambiente, con más de 8.000 seguidores en la grada, los potrillos hicieron lo más difícil, que era adelantarse en el marcador; pero tras el descanso se vinieron abajo, el Mirandés les pasó literalmente por encima y poco pudieron hacer ante un vendaval rojillo que marcó tres goles, pero pudieron ser más de no ser por la buena actuación de Zubiaurre bajo palos. Burgué, Riquelme y Meseguer firmaron la remontada de un Mirandés que de la mano de Joseba Etxeberria ha reaccionado a lo grande sumando nueve de los últimos quince puntos.

Empezó entretenido el partido, con un buen Mirandés llevando el peso del partido, y con el Sanse respondiendo a la contra con dos balones largos a Julen Lobete que no era capaz de aprovecharlos, porque se encontraba con un inspirado Raúl Lizoain. El Mirandés respondía por medio de Camello, pero también estaba más acertado Zubiaurre. El equipo rojillo poco a poco se iba encontrando mejor sobre el terreno de juego, mientras que el Sanse parecía llegar tarde a cada disputa de balón. Pero entonces llegó una jugada que podía haber sido clave en el devenir del partido. Penalti por mano del Mirandés, revisado por el VAR, y Karrilaburu no fallaba desde los once metros. Décimo gol en la temporada del ‘Panzer de Elizondo’ en su estreno en Segunda. El tanto parecía dar las alas que le había costado tener al Sanse hasta entonces, y llegaba en dinámica creciente al descanso. El Mirandés se sentía frustrado porque el 1-0 al descanso parecía bastante injusto.

Pero el panorama cambió de forma radical en la segunda parte. El Mirandés daba de forma descarada un paso adelante en busca de la remontada, mientras el Sanse se hundía delante de su portería, incapaz de salir con el balón jugado y llegar a la portería del Lizoain. Todo lo que acabó llegando se veía venir. Volvieron las oscuras golondrinas al filial de la Real, esos errores que le han penalizado de forma decisiva durante toda la temporada hasta llevarle a estar en los puestos que ocupa. Dos fallos en el marcaje a balón parado y otro de no saber frenar a un jugador rival que conduce el balón desde el centro de campo. Y eso te mata. Demasiadas facilidades a un Mirandés al que se le encendió la luz en el momento más oportuno. Día para olvidar para el Sanse. Y día inolvidable para el Mirandés. Zubiaurre se multiplicaba para desbaratar sus oportunidades, pero todo no lo iba a salvar. Primero fue Burgué de cabeza a la salida de un córner, y poco después Riquelme con una conducción y un cambio de ritmos soberbios.

El conjunto de Etxeberria remontaba y el Sanse se deshacía como un azucarillo. Solo Gabilondo pudo salvar los muebles en la única acción de peligro, después de una bonita acción con centro posterior de Karrikaburu; pero su remate se iba a la grada. Si alguien pensaba que podía llegar la reacción, fue un espejismo. El Mirandés disfrutaba sobre el campo, espoleado por la calidad de Burgué, pero Zubiaurre mantenía con vida al filial realista. Hasta que llegó Meseguer, y en otro córner marcaba de nuevo de cabeza. Pueden imaginarse el cabreo de Xabi Alonso porque la permanecía se escapaba desde la esquina en una segunda parte horrible, muy alejada del notable nivel que había dado el Sanse en las jornadas anteriores. Pusieron la alfombra roja a un Mirandés convencido y crecido, que sale del Reale Arena con la salvación más que encarrilada.

Roberto Ramajo

Roberto Ramajo

Entro en el grupo en 2002 como redactor de prácticas. En 2005 se incorporó a la redacción en Gipuzkoa...

 
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