De la caja de zapatos al laboratorio: así trabaja el IMIDA para buscar nuevas aplicaciones a los gusanos de seda

Murcia

Por esta época, las cajas de zapatos donde muchos niños y niñas guardan gusanos de seda entre hojas de morera vuelven a ser habituales de muchos hogares. Son las huellas que aún queda en la Región de Murcia de una industria, la de la seda, que vivió años de esplendor en la ciudad de Murcia, dejando un hondo legado cultural, social y económico, aunque se ha ido perdiendo con el tiempo.

Al otro lado de estas cajas de zapatos caseras, encontramos el trabajo que se desarrolla en los últimos años desde el IMIDA, el Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Medioambiental, dependiente de la Consejería de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente. A través de su equipo de Biotecnología, se están realizando avances en el desarrollo de nuevas aplicaciones de la sericultura destinadas a sectores como la biomedicina, la biotecnología, la dermocosmética y la alimentación funcional. De esto hemos hablado en la antena de 'A Vivir Tierra y Mar' con el responsable de este equipo, Salvador Aznar, que nos ha explicado que se han basado en procedimientos tradicionales que durante años se llevaron a cabo en la huerta.

Se trata de aplicaciones de alto contenido tecnológico y gran valor añadido, por lo que pueden producir un rendimiento económico que haga viable de nuevo la cría del gusano de seda en el entorno de una nueva bioindustria en la Región.

Uno de los principales avances conseguidos es el conocimiento de la fibroína de la seda. Es éste uno de los materiales más adecuados para la fabricación de soportes para ingeniería tisular debido a su biocompatibilidad, resistencia mecánica, reabsorción controlada y reactivación química en superficie. La obtención de la seda, según el IMIDA, es sostenible y de bajo coste, y no requiere la utilización de productos tóxicos. Para ello, Aznar