El grito de auxilio del mundo rural: "Tengo miedo, estoy aguantando, pero tendré que vender mis animales"
Agricultores y ganaderos denuncian la subida de precios y temen las consecuencias que la delicada situación que afronta el campo puedan tener sobre su modo de vida
Madrid
Madrid ha sido testigo este domingo del hartazgo del sector primario. Colectivos de agricultores y ganaderos han conformado una marea de más de 3 kilómetros para hacerse oír. Más de 100.000 personas, según la Delegación del Gobierno, y 400.000, según los organizadores, se han manifestado en la capital en defensa del mundo rural bajo el lema "Juntos por el campo".
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Profesionales del sector llegados desde todos los rincones de la geografía española se ha congregado en torno a las 11:00 frente la sede del Ministerio de Agricultura, en la glorieta de Atocha, donde los organizadores de la marcha han leído un manifiesto en el que exigían al Gobierno medidas en favor de "un mundo rural vivo, para que el campo sea un espacio para vivir dignamente, que sea comprendido y valorado desde el mundo urbano".
Los manifestantes han demandado una legislación económica y ambiental y unos precios que permitan al campo "sobrevivir", señalando que las decisiones que les competen deben tomarse desde el conocimiento del sector para que esto suceda, nunca desde los despachos.
Representantes de asociaciones como Asaja o COAG y trabajadores a título individual aseguran que el sector se ha visto duramente golpeado por el aumento del precio de los combustibles y las materias primas y denuncian que es inviable continuar con su actividad ante el encarecimiento de cereales y fertilizantes, entre otros.
Muchos de los manifestantes han acudido a la protesta temerosos de las consecuencias que la delicada situación que afronta el campo puedan tener sobre su modo de vida. El futuro de la alimentación y el trabajo de numerosas familias españolas se muestra incierto y lamentan que el Ejecutivo no atienda a sus peticiones.
A la incertidumbre de los trabajadores que barajan ya la alternativa de vender, se suma la desesperación de aquellos ganaderos que no cuentan con los medios y las garantías necesarias para mantener a sus animales: "Es una vergüenza".
En muchos casos, la falta de inversión por parte del Gobierno ha llevado a los agricultores a dar por perdidos sus cultivos, puesto que las inversiones requeridas superan ampliamente los beneficios obtenidos de la tierra, lo que les lleva a acumular deudas difíciles de afrontar.
Los sacos de leche y el pienso para alimentar a las cabezas de ganado, los fertilizantes para enriquecer los suelos y la luz, todo "sube", fraguando una situación asfixiante para quienes viven del campo.
Estas son solo algunas de las voces de esos más de 100.000 agricultores y ganaderos que este domingo se han plantado y han gritado "basta ya", exigiendo al Gobierno el fin de la especulación, un plan de choque "contundente" ante el alza de las materias primas y una regulación efectiva.
Cristina Hidalgo
Redactora web. Periodista por la Universidad...