La nieta del Dr. Galíndez busca en Cuenca a descendientes de sus pacientes un siglo después

Cuenca

En febrero de 2018 emitimos en Hoy por Hoy Cuenca un espacio sobre el doctor Jesús Galíndez, oftalmólogo que a principios del siglo XX venía de Madrid a Cuenca a pasar consulta en periodos concretos como Semana Santa o las fiestas de San Julián. Además, atendía gratuitamente a pacientes sin recursos por lo que era conocido como el médico de los pobres.

En la década de los veinte, hace ahora cien años, el Ayuntamiento de la ciudad le nombró Hijo Adoptivo y puso su nombre a una nueva calle creada entre la actual Fray Luis de León (Calle del Agua) y Calderón de la Barca. Vía hoy conocida solo con el nombre de ‘La Calle’ y zona de ocio nocturno por excelencia en Cuenca.

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Aquella historia la contamos en la sección Páginas de mi desván con José Vicente Ávila quién recientemente recibió en la ciudad a Flori Galíndez, nieta de aquel doctor Galíndez que, tras descubrir la relación de su abuelo con Cuenca hace cien años, no dudó en volver a la ciudad, esta vez para visitar, además de sus encantos turísticos, la estrecha calle que lleva el nombre de su antepasado. En ese encuentro, Flori recibió unos obsequios de la ciudad por parte del alcalde Darío Dolz y José Vicente Ávila le entregó la foto del acto en el que, hace cien años, la corporación municipal de entonces entregaba el pergamino con el título de Hijo Adoptivo de Cuenca a su abuelo Jesús.

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El doctor Galíndez

Jesús Galíndez nació en 1887 en Amurrio (Álava), estudió el Bachillerato en Bilbao y la carrera de Medicina en Madrid. Recién doctorado ante un tribunal presidido por Ramón y Cajal, ingresó como profesor en el Instituto Rubio y tras un concurso-oposición lo hizo en el Instituto Oftálmico Nacional. En 1911 se le nombró jefe de los Servicios de Oftalmología del Hospital-Asilo de San Rafael, de Madrid. Su relación con Cuenca comenzó también ese año, ciudad a la que acudió durante casi veinte años a pasar consulta.

En 1919 se puso nombre a la calle que aún conserva esa nomenclatura y en 1921 se le nombró Hijo Adoptivo de Cuenca. En 1923 se informaba en la prensa local que cada año su clínica en Cuenca se ve más concurrida, hasta el punto que “durante los días que ha permanecido en la ciudad ha tenido que trabajar más de doce horas diarias, sin descanso alguno, asistido de sus tres ayudantes y llegando a practicar más de veinte operaciones diarias”.

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Su nieta vuelve a Cuenca

Flori tiene ahora 69 años. Tenía doce cuando falleció su abuelo, pero “el amor que sentía por él sigue intacto”, nos cuenta y reconoce que ella desconocía esa relación de su abuelo con la ciudad. “Ya conocía Cuenca pero ahora para mí tiene un significado especial”, dice, y se emociona al recordar a su abuelo “que era un amor y a quien añoro con un cariño indescriptible. Le recuerdo jugando conmigo en Amurrio y cuando estoy cansada, triste o preocupada, cierro los ojos y me imagino en sus brazos”.

Descendientes de los pacientes del Dr. Galíndez

Tras conocer que su abuelo pasaba consulta oftalmológica en Cuenca hace cien años, Flori intenta ahora localizar a los descendientes de sus pacientes. “A mí personalmente me encantaría conocer a algún nieto de aquellas personas, puede ser muy emocionante”, dice.

Las personas descendientes de los pacientes del doctor Galíndez en Cuenca y que estén interesadas en contactar con su nieta Flori, pueden escribir un correo electrónico a la dirección hoyporhoy@sercuenca.com o llamar al teléfono 969 23 19 82.