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Recuerdos del Cabaret Mocambo

En el Pasaje de la Sangre surgió el cabaret más famoso de Valencia tras la Guerra Civil

La Valencia Olvidada: Cabaret Mogambo

Valencia

Entre los cabarets que surgieron después de la Guerra Civil, el más famoso fue el Mocambo Club, el más selecto. Estuvo dirigido por Mercedes Viana, una bailarina que vino a Valencia a principios de los años 30 procedente de Navarra.

Fue en 1934 cuando se detecta su presencia en Valencia, junto a su hermana Esperanza, ambas bailarinas. Aparecían anunciadas en el espectáculo frívolo que ofrecía el Ba-Ta-Clan. La apertura debió producirse sobre 1946 ya que al año siguiente figuraba el local como sala de espectáculos y salón de té, donde actuó la cantante Luisita Calle.

El local se caracterizó por la asistencia de una clientela de postín, contó con la presencia de toreros, políticos del anterior régimen, ricos comerciantes y visitantes ilustres que a modo de tour turístico, eran conducidos a presenciar las maravillas de la céntrica y famosa sala.

Punto de referencia de la noche valenciana

El Mocambo situado en el pasaje de la Sangre se convirtió en un punto de referencia y un clásico de la noche valenciana. El local, bien instalado, estaba situado en un sótano, un gran espejo que presidía la escalera de acceso, en el que se podían contemplar diversas fotografías de las artistas participantes. También estaba dotado de ropería. Allí trabajaba una señora que se ocupaba de los camerinos y un botones o chico para los recados llamado Pepito. Entre la nómina de trabajadores también contaban con una florista que acudía todas las noches ofreciendo flores a los visitantes para que a su vez las regalaran a las chicas.

A finales de estos años 50 y principios de los 60, el Mocambo ofrecía su espectáculo Reflejos de España, orientado hacia el turismo que tímidamente comenzaba a aparecer.

En 1977 actuaba Colette, una mujer alta y delgada, que actuaba con un conejito de felpa. El número se titulaba Juguetes de Amor, las canciones eran interpretadas por el cantante melódico Boluda.

Las chicas que allí trabajaban, cobraban de dos mil a dos mil quinientas pesetas diarias, con contratos renovables cada mes o dos meses, sin incluir el descorche, con el que podían ganar hasta seis mil pesetas diarias.

Texto: RAFA SOLAZ