Bruno Hortelano: "Tuve que admitir que no soy invencible y que necesito ayuda"
El atleta español es entrevistado en SER Deportivos tras ganar la medalla de plata en el 4x400 del Mundial
Bruno Hortelano: "La medalla pesa y mola porque representa todo el peso que me he quitado de encima"
Tras años lejos de su mejor momento físico, Bruno Hortelano volvió a tocar el cielo este mes de marzo en el Mundial de Atletismo, en el que consiguió junto al equipo de relevos la medalla de plata en el 4x400. El español ha sido entrevistado por Francisco José Delgado en SER Deportivos.
Pregunta: Hola Bruno, muy buenas tardes.
Respuesta: Hola, buenas tardes.
P: Cuando miras a la medalla de plata mundial, ¿qué te viene a la cabeza, Bruno?
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R: Pues la estoy mirando ahora. ¿Qué veo? Veo muchos años de trabajo. Veo experiencias difíciles, especialmente las difíciles, que fue lo que me vino en el podio cuando me eché a llorar. La emoción me abrumó, pudo conmigo. Y lo digo en el buen sentido, ¿eh? Pero representa mucha emoción. Mucha emoción y mucho trabajo personal. En un camino de autodescubrimiento. Además, pesa. Pesa bastante. Y me mola eso. Me mola que pese porque representa todo el peso que me he quitado de encima y es por eso que ahora estoy poco a poco pudiendo volver a volar. O quizás por primera vez en la vida.
P: ¿Dónde tienes la medalla?
R: La tengo aquí ante mí. Pensé cogerla cuando sabía que íbamos a hacer la entrevista, como para que me inspirase un poco.
P: Tras la carrera dijiste que hace cuatro meses no te esperabas estar aquí. ¿Dónde te esperabas estar, Bruno?
R: Pues no me esperaba nada en particular, ni otros años. Me ponía grandes expectativas que iban, digamos, en conjunto con mis objetivos. Pero el objetivo marca una dirección, pero no ha de marcar un condicionamiento. A ver, espera, voy a buscar las palabras porque no me es fácil describir lo que te quiero transmitir. Creo que es lo que es la expectativa. La expectativa en sí es que esperas algo, esperas un resultado y al final lo único que puedo hacer es dar lo mejor de mí en la situación. En un Mundial o en un gran campeonato hay muchos otros corredores que corren mucho. Algunos pueden tener días espectaculares, otros pueden tener problemas porque me puede afectar en mi contra o a mi favor y estas cosas quedan fuera de mi control. La medalla representa una serie de circunstancias. Sí, yo di lo mejor de mí, más muchos elementos que quedan fuera de mi control. Entonces, cuando tengo objetivos de cara a campeonatos. O en general la vida, mis objetivos solamente abarcan aquello que yo puedo controlar. Por eso una medalla no puede ser un objetivo. Me entiendes? No?
P: Sí, te entiendo, te entiendo perfectamente. Yo creo que está muy bien transmitido. ¿Y cuánto te llena que la medalla sea un trabajo de equipo con compañeros?
R: Llena mucho más, mucho más. El relevo es especial porque incluso antes de competir estás compitiendo con otros. Yo hice la primera posta y di lo mejor de mí, entregué el testigo y claro, el resultado aún no se sabía. Entonces ahí yo creo que se ve de una forma muy explícita lo que te estaba diciendo ahora de que yo era lo mejor de mí y aún así habrá que esperar a ver cuál es el resultado final. Y eso es fe y confianza en mis compañeros que confían con sus equipos, las personas que tienen detrás. Porque incluso cuando alguna prueba individual y digamos que me sale bien, pues estoy corriendo yo, sí, pero es que tengo 100 personas empujándome, cada uno con sus manos, empujando con su energía e por detrás. Y es que no, no sería capaz de llegar a donde, donde he llegado, donde hemos llegado como equipo sin toda esa ayuda. Me hubiera quedado por el camino, sin duda. Entonces, sí que es un trabajo en equipo, aunque aunque sea yo el único que te corre y sea yo, digamos que el representante a la meta.
P: Cada vez que os veo cambiar el testigo estoy pensando, 'madre mía, que qué difícil tiene que ser esto', que tiene que ser tan difícil cambiarlo como correr luego.
R: Requiere mucha concentración, obviamente. Obviamente no es fácil, obviamente, pues se puede caer el testigo y es lo último que se quiere. Sí, a ver, lo que hacemos requiere mucho tiempo de preparación. Desde hace años hemos dedicado una vida entera.
P: Te he escuchado varias veces decir, Bruno, que has pasado de ser un deportista matemático y calculador. A correr por amor al arte. ¿Qué diferencia hay entre lo primero y lo segundo?
R: Ah, pues diría que el primero o el primero asume implica que somos máquinas biológicas que que uno más uno es igual a dos. Y no estoy diciendo que uno a uno no vaya a igualar a dos siempre, pero muchas veces nos faltan datos y cuando nos faltan datos necesitamos tirar de otras facultades. Escucho a mi cuerpo. Solo sé que hay días que mi cuerpo me dice, 'oye, ¿no vas a entrenar? No es que haya dejado de lado la ciencia. Obviamente, el entrenador es científico, justamente es profesor de universidad de danés y domina mucho todo el aspecto científico del atletismo y el deporte. Pero diría que eso también es respetando el lado más humano del deporte. Hemos jugado un poco con ese equilibrio.
P: 'O ganas o aprendes', esa frase es de tu padre. De ser plata, ¿qué se aprende? Porque es casi ganar.
R: Sí, pues es buena pregunta. Yo eso lo trato como una victoria. El campeonato entero lo miro de forma más holística, con perspectiva. Diría que en este campeonato en particular he aprendido más en mis carreras individuales de cuatrocientos, justamente porque no han salido como yo quería que saliesen. Mi prueba individual me ha enseñado, diría que las lecciones más técnicas, de cara a poder realmente mejorar.
P: Junio del año pasado. Sant Cugat. Controles. Pruebas. Una noche dices, 'hasta aquí. No me pego más con esta pared'. Menos mal que no fue hasta aquí. Pero, ¿qué te hizo impulsar a derribar esa pared?
R: Claro, era el intento constante durante meses y posiblemente durante años de intentar derrumbar esa pared que siempre se me presentaba en lesiones y darme cuenta de que no podía derrumbar esa pared, esa pared que no se derrumba. Hay que dejar de empujar y darle la vuelta. Tuve que buscarme otro camino. Y ese camino fue el camino de la vulnerabilidad, el camino de despertar y de admitirme que no soy invencible y que necesito ayuda. Y en ese aspecto necesitaba ayuda emocional, psicológica. Y fue mi terapeuta, Marta, quien me ayudó primeroa ver mi vida de otra forma, con perspectiva y de ir cambiando, de ir cambiando creencias falsas sobre cómo afrontaba mi deporte, mi trabajo y mí mismo.
P: ¿Y ahora qué? Cuando miras al futuro, ¿qué ves?
R: Pues ahora voy a estar esta semana de vacaciones.
P: Te lo has ganado sí o sí...
R: Y luego ya, pues volverá a comenzar. La rueda sigue girando y estos son ciclos. Tengo ganas de seguir aprendiendo. Tengo ganas de seguir creciendo y de seguir conociéndome como como persona y como deportista. Y tengo grandes aspiraciones dentro del deporte y voy a continuar creciendo para ello. Así que voy a volver a entrenar con mi entrenador. Vamos a visualizar primero un plan en un camino trazado en el tiempo de aquí hasta el verano para poder afrontar. Diría que el campeonato más importante del verano es el Campeonato del Mundo en Oregón y eso marcará un poco nuestra dirección. El objetivo. Pero sin expectativas de nuevo y seguir trabajando un poco en la misma línea. He visto que me ha ido bien, así que, ¿por qué cambiarlo?
P: Tenía muchas ganas de hablar contigo y las entrevistas contigo siempre son diferentes y se aprende muchísimo, así que muchas gracias por estar en SER Deportivos.
R: ¡Qué guay! Muchas gracias. Hasta la próxima.