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Fútbol

Los astros se alinean con el Sporting para alejar los fantasmas

Tras una primera parte pésima, los rojiblancos le dieron la vuelta al partido con acierto, una buena lectura del encuentro y toda la fortuna que no había tenido hasta la fecha

Celebración de uno de los goles del Sporting. / LaLiga

Gijón

Dos meses y tres días después el Sporting logró reconciliarse con su afición, ganando por fin un partido en El Molinón. Costó tanto que llegara, fue tan sufrido y es tan relevante el marcador para alejarse de la quema que el sportinguismo lo acabó disfrutando sin objeciones, sin peros. Los hubo en la primera mitad, en la que el Sporting volvió a ser el equipo que desespera a su gente, pero se compensó en la segunda con acierto, capacidad de reacción, buena lectura del partido y (hay que decirlo también) mucha fortuna, que nunca sobra. A un equipo al que hasta ahora todo le salía mal, se le alinearon los astros a su favor ante el Cartagena. Los astros y el propio rival, que le puso en bandeja una remontada que luego el Sporting supo sentenciar.

Y eso que el panorama a la media hora de partido era desolador, con un equipo roto en el campo, peleado con el fútbol y entre ellos mismos, reprochándose airadamente los constantes errores, con El Molinón de uñas y al que el Cartagena le había marcado en el minuto 19 un gol imperdonable, en un saque de banda en el que Nacho Gil se aprovechó de la falta de concentración y reflejos de un Sporting que estaba 'a uvas'. El extremo del Efesé se fue de Babin y batió a Cuéllar de disparo cruzado. Martí no se lo podía creer; la grada tampoco. Otra vez tocaba remar.

Pero por fin tocaba que, un día, al Sporting todo le saliera de cara. Incluso cosas para los que no había hecho méritos. Sin chutar ni una vez entre los tres palos, el equipo logró equilibrar el marcador antes del descanso, gracias a que Delmás sorprendió a su propio portero al desviar hacia su propia portería un centro de Kravets.

El tanto dio algo de aire al Sporting, que no fue capaz de probar al portero visitante pero sí al menos de jugar algo más en campo contrario y de elaborar una buena jugada de ataque, con taconazo de Bogdan para Aitor García dentro del área.

Martí recurrió entonces a su arma secreta, que en realidad era más que conocida. Tras una primera parte muy gris (siendo generoso) de Eric Ramírez, dio entrada a Djurdjevic, que siete horas antes estaba aterrizando en Asturias. La medida acabaría siendo el revulsivo definitivo: el serbo-montenegrino sería clave en la remontada marcando dos goles y sirviendo otro.

Al éxito del Sporting contribuyó decisivamente el Cartagena, que fue un amigo. Si el tanto en propia meta de los murcianos ya había permitido equilibrar las cosas, el salto alocado de Gastón Silva golpeando con el codo en el área en una disputa con Gaspar fue también un gesto de generosidad. Lo sorprendente es que Pulido Santana tuviera que recurrir al VAR para apreciar lo evidente: que el Efesé acababa de regalarle un penalti al Sporting. Djuka hizo lo que debía hacer: transformarlo. De pronto, sin apenas haber hecho nada, los rojiblancos se veían por delante en el marcador.

Supo el Sporting leer mucho mejor la situación que su rival, que se lanzó al ataque, dejando unos espacios que aprovecharía perfectamente el Sporting. Aunque antes Pedro Díaz se jugó la roja en una falta sobre el recién incorporado Gallar. Se la jugó el sierense, aunque como tocaba que todo le saliera bien al Sporting, el castigo se quedó en amarilla.

Martí renunció a las bandas y optó por juntar a muchos futbolistas por el medio, dando entrada a Gragera y a Pablo Pérez. De las botas de este último salió un medido pase a Djuka que recibió en campo propio, recorrió la distancia hasta el área cartagenera y definió a la perfección ante Marc Martínez. Ya en la recta final del partido, y nuevamente a la contra, Djurdjevic ejerció de asistente para que Pedro Díaz lograra el cuarto gol, algo no visto en toda la temporada en El Molinón.

Si el fútbol es un estado de ánimo, la goleada y la fiesta que generó deberían desbloquear al equipo, pero más aún tendrían que hacerlo los ocho puntos que consigue de colchón sobre el descenso, al menos hasta que el Fuenlabrada juegue ante el Oviedo. Y sí, hay que reconocer que por una vez el gafe (afortunadamente) abandonó al Sporting.

David González

Vinculado a SER Gijón desde 1998. Director de...