El aumento del precio del aceite de girasol crea incertidumbre en los hogares y en las empresas de alimentación

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El desabastecimiento del aceite de girasol se ha dejado notar en los supermercados, en los hogares y también en el sector de la hostelería y la alimentación. En la fábrica de Patatas Fritas Las Damas en Riaza, su responsable, José Vicente, considera que nos encontramos en un momento de gran incertidumbre con unos precios desorbitados. En su caso gasta unos 100 litros de aceite de girasol para freir las patatas que distribuye por Segovia y las provincias limítrofes, especialmente Madrid, y apunta que en los últimos meses su precio ha aumentado un 60%. "Llamas a los proveedores y te dicen que no hay, dudo de que no haya o de que se esté especulando", afirma.

Al aumento del precio del aceite de girasol y la falta de este producto se suma la huelga del transporte que hace 15 días se quedara sin patatas durante una semana con lo que ello supone, aunque reconoce que hay almacenistas que se arriesgan a repartir. El coste de los carburantes para el transporte es mayor y también aumenta el gasoil para calefacción unos 40 céntimos por litro, que en su caso es necesario para calentar las freidoras y poder realizar su producto. El aumento de precios también se deja notar en los envases como el plástico o el cartón y el desabastecimiento de la harina que necesitan para hacer churros los domingos.

En un futuro a corto plazo no considera que la situación pueda mejorar. Con la esperanza puesta en la Semana Santa y el verano, la situación económica también afecta en el turismo. Vicente es consciente de que sus productos son en cierto modo de lujo ya que no son de primera necesidad y el incremento de otros gastos imprescindibles en las familias puede hacer que ahorren en otros productos o en evitar desplazarse a segundas residencias.