El futbolista Santi Mina afirma que la agresión sexual de la que se le acusa fue "relación consentida"
La Fiscalía sostiene que habría entrado "completamente desnudo" y que, "con ánimo libidinoso para satisfacer su apetito sexual"
Vigo
La primera sesión celebrada a puerta cerrada de la vista oral contra los futbolistas Santi Mina y David Goldar por una presunta agresión sexual en Mojácar (Almería) en junio de 2017 ha concluido después de que ambos acusados hayan ofrecido una versión exculpatoria ante el tribunal argumentado que fue "una relación sexual consentida". Santi Mina, para quien la Fiscalía interesa una pena de ocho años de prisión por los nueve años y seis meses que solicita la acusación particular, ha sido el primero en ser interrogatorio por las partes, si bien ha rehusado responder a las preguntas formuladas por el abogado de la denunciante.
En su declaración, que se ha prolongado poco más de media hora, ha asegurado que el relato de hechos que el Ministerio Público califica como una agresión sexual de los artículos 178 y 179 del Código Penal, se enmarcan en una "relación consentida", según han indicado a Europa Press fuentes judiciales. Por su parte, en su comparecencia a continuación como procesado, David Goldar, contra quien la Fiscalía no formula acusación, pero sí el abogado de la víctima al considerar que habría actuado como "cooperador necesario", ha sostenido una versión exculpatoria en los mismos términos.
En la misma sesión del juicio que ha arrancado este lunes y que el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia de Almería ha acordado se celebre a puerta a cerrada, ha declarado la denunciante, acompañada por funcionarios del Servicio de Asistencia a las Víctimas de Andalucía (SAVA) y protegida en todo momento con medio materiales como un biombo para, tal y como instó el propio Ministerio Público en su día, "evitar la confrontación física" con los acusados. La prueba testifical se ha completado con otras dos declaraciones, realizadas por sistema de videoconferencia, ya que las partes han renunciado a una tercera que también estaba señalada.
La vista oral se reanuda el miércoles, en este caso en audiencia pública por decisión del tribunal que preside la magistrada Társila Martínez, con la declaración en calidad de testigos de cinco agentes de la Guardia Civil y tres detectives privados. Este día también prestarán testimonio en calidad de peritos otras tres personas. La última jornada prevista el jueves incluye la comparecencia de otras siete personas en calidad de peritos y documental. A continuación, las partes expondrán sus informes finales y el juicio quedará visto para sentencia.
La puerta cerrada se ha acordado después de que, al comienzo del acto de juicio, la acusación particular reiterase la petición que ya formuló en su escrito de calificación provisional para que las tres sesiones señaladas fueran en ausencia de público y medios de comunicación. El letrado Iván Bolaño ha alegado ante la sala que los hechos sometidos a juicio afectan a las "más estricta intimidad" de la víctima y ha resaltado que es "especialmente vulnerable dado la gran afección psicológica que padece todavía a día hoy". "Entendemos que al ser los acusados personajes públicos el juicio es un hecho apetitoso para la prensa pero celebrar en audiencia pública supondría un claro perjuicio para la víctima", ha esgrimido. En su turno, el fiscal Miguel Blasco, también en la misma línea expresada en su escrito de calificación provisional, se ha adherido a la petición de la acusación particular con un escueto "nada que objetar".
La defensa de David Goldar ha sido la primera en intervenir y, tras remarcar el "conflicto de intereses" planteado entre "el derecho a un juicio público, fundamental en un estado de derecho democrático" y el derecho de los implicados "a su intimidad, porque los hechos que ella y ellos van a narrar son situaciones que afectan a su esfera más íntima". "Especialmente por lo que se va a vertir en este acto de juicio, la publicidad es una garantía para demostrar a la sociedad y a los medios de comunicación la esencia del verdadero uso del dolo penal, pero damos la razón parcialmente a la acusación particular y no nos opondríamos a que la declaración de la denunciante y la de los acusados sean a puerta cerrada, pero las demás sesiones deben ser en audiencia pública", ha trasladado el abogado Manuel Ollé, a lo que se ha adherido la letrada Fátima Magdalena Rodríguez, defensa de Santi Mina.
Santi Mina y David Goldar han llegado a la sede de la Audiencia Provincial de Almería pasadas las 09,30 horas, media hora antes del comienzo programado para la vista oral. Han aparecido a bordo del mismo vehículo y han descendido junto a sus abogados, ambos con el rostro cubierto con una mascarilla y paso apresurado hasta alcanzar la puerta principal.
Al margen de la pena de prisión, el fiscal interesa que se imponga a Santi Mina medida de libertad vigilada por periodo de diez años y que se le prohíba acercarse a una distancia inferior a 500 metros a la víctima o comunicarse con ella por el mismo periodo de tiempo.
Por su parte, la acusación particular, que es la única que acusa a David Goldar, interesa para ambos acusados penas de nueve años y seis meses de prisión; a Mina lo señala como presunto autor principal mientras que a Goldar lo acusa en calidad de "cooperador necesario". Remarca a la hora de ponderar la pena de cárcel solicitada la "violencia" e "intimidación" ejercida para cometer los hechos objeto de juicio dada "ubicación" en la que se produjo la presunta agresión, la "pertenencia" y la "superioridad física" de ambos.
El escrito de calificación provisional del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, recoge que Mina accedió en la madrugada del 16 de junio de 2017 a una caravana estacionada en las proximidades de una conocida discoteca de Mojácar y en cuyo interior estaban "su amigo", el también futbolista gallego David Goldar, y la mujer.
La Fiscalía sostiene que habría entrado "completamente desnudo" y que, "con ánimo libidinoso para satisfacer su apetito sexual y a pesar de la manifiesta voluntad contraria de la víctima", se habría dirigido a ella diciéndole: 'Mira, chica, tú me gustas mucho y creo que deberíamos hacer algo'.
Cuando la mujer le contestó que se había ido a la caravana "con David", el escrito recoge que el procesado habría salido "un minuto" para volver a entrar y, tras decirle que "le había gustado mucho", presuntamente perpetrar la agresión sexual. Además de lesiones físicas "a consecuencia" del ataque, la víctima sufre sintomatología ansiosa "grave" relacionada con los hechos, por solicita que se le indemnice con 50.000 euros. Subraya el fiscal que las secuelas que padece han supuesto que se vea "muy afectada su vida cotidiana" ya que sufre "trastorno de estrés postraumático crónico directamente relacionado" con la agresión sexual que se enjuicia desde este lunes.