La infección por CMV en niños y sus consecuencias

Fuenlabrada

Dentro de los riesgos que puede conllevar un embarazo hay algunos que tienen que ver con la situación de la madre y su estado de salud. Este sería el caso del citomegalovirus congénito, virus trasmitido de la gestante al bebé, y que, según el pediatra Iván Carabaño, puede contemplar varias sintomatologías.

“Hay niños que desarrollan un cuadro muy sintomático, y que van a desarrollar secuelas importantes, en forma de retraso psicomotor, parálisis cerebral, hipotonía, problemas motores, epilepsia, trastornos visuales, alteraciones dentarias y retraso en el lenguaje y en el aprendizaje”, explica, luego, “por el contrario, otros niños pasan mucho más inadvertidos, y no tienen este cuadro tan sintomático. El problema de estos niños poco sintomáticos es que desarrollan con frecuencia sordera neurosensorial, que puede afectar a ambos oídos”.

Y estamos hablando de un virus que puede afectar a uno de cada 200 nacidos pero que, según denuncian desde la Asociación Familias CMV, es muy desconocido tanto por los padres como por algunos pediatras y lamentan lo tardío de muchos diagnósticos.

“El CMV puede estar presente en distintos fluidos corporales, como saliva, orina o mocos. Por este motivo, la prevención se puede hacer a través de tres acciones muy sencillas. Se desaconseja que las mujeres embarazadas o que estén en proceso de quedarse embarazadas besen a sus hijos en la boca. Además, especialmente si sus hijos previos están pasando un proceso febril, es mejor no compartir con ellos comidas o cubiertos. Además, hay que lavar bien las manos tras el cambio de pañal”, señala Carabaño que reclama la detección precoz. “Se pueden hacer análisis específicos para ver si una embarazada está inmunizada frente al CMV y si se ha infectado por este virus”, concluye.

“El niño ha de ser atendido por un pediatra especialista en enfermedades infecciosas, que iniciará tratamiento con un fármaco antiviral que es Valganciclovir y valorará la indicación de xploraciones complementarias como una resonancia cerebral. Además, coordinará el seguimiento por parte de otros especialistas, como el neurólogo infantil, el ORL, oftalmólogo, rehabilitador. Además, es importante iniciar un programa de seguimiento en Atención Temprana”, enumera Carabaño.