Sociedad

Nilofar Bayat: "En Afganistán no hay comida, ni dinero, ni trabajo y las mujeres no tienen rol en la sociedad"

La deportista y refugiada afgana llegó a Euskadi el pasado mes de agosto huyendo del horror de la guerra en su país

San Sebastián

Es la protagonista del cartel del 19 Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián y sin embargo nunca ha visto una película en una sala. La activista y jugadora de baloncesto adaptado afgana Nilofar Bayat lo podrá hacer estos días en el certamen donostiarra, al que ha sido invitada además para hablar de su experiencia.

Bayat, en una rueda de prensa celebrada este miércoles, en la víspera de la apertura del festival, ha contado cómo han sido estos meses de estancia en Euskadi, desde su llegada el pasado agosto a Bizkaia, donde la capitana del equipo paraolímpico de baloncesto afgano y su marido se han integrado en los equipos femenino y masculino del Bidaideak Bilbao BSR.

Su huida de Afganistán se produjo pocos días después de la toma de Kabul por parte de los talibanes y fue objeto de atención informativa. El paso del tiempo y la guerra de Ucrania han dejado el drama del país asiático casi fuera de la actualidad, lo que Bayat comprende.

"La guerra es la guerra, todas son iguales y la peor parte siempre la paga la gente inocente. Los ucranianos nos necesitan ahora, necesitan nuestro apoyo. Entiendo su situación y me alegra ver cómo la gente está reaccionando con Ucrania", ha destacado la deportista afgana, que ha elogiado eventos como este festival porque "muestran al mundo las consecuencias de la guerra".

A ella, cuando era niña, un obús lanzado por la milicia talibán que cayó sobre su casa, la hirió gravemente y le dejó como secuela de por vida importantes problemas de movilidad. Uno de sus hermanos murió en el ataque.

En su país, dice, "la guerra ha adoptado otro formato" y recalca que es importante que el resto del mundo sepa lo que ocurre ahora allí, "donde no hay comida ni dinero ni trabajo y las mujeres no tienen rol en la sociedad".

Ha explicado que mantiene contacto con sus colegas y amigas del equipo de baloncesto, que afirman que la situación "es lamentable" y se sienten "tristes y decepcionadas", especialmente aquellas que estaban estudiando, que se ven "impotentes".

Una de sus amigas trabaja en un hospital porque sí se permite a las mujeres emplearse en el sector sanitario, "pero cada vez que va sola por la calle tiene que justificarlo".

Bayat asegura que en este medio año largo en el País Vasco ha "crecido como seis años". Ha sido una etapa "muy dura" en la que todas las mañanas, durante los cuatro primeros meses, cada vez que se despertaba le decía a su marido: "Tenemos que volver".

Cuando la Policía le comunicó que no podría regresar en diez años, tuvo que empezar a aceptar la situación y ahora ya es capaz de ver un futuro aquí.

Con otras mujeres ha constituido Free Women for Afganistán "para desarrollar proyectos de colaboración con grupos de mujeres de su país con discapacidad y para denunciar la situación a las que las quiere llevar el gobierno talibán".

Pero lo que no podrá hacer es ejercer la profesión para la que se preparó en su tierra. Estudió Derecho, una carrera que no puede convalidar porque la ley islámica nada tiene que ver con la española. Y para engancharse a los estudios en España primero tendría que aprender un idioma que aún no habla.

Quiere y necesita encontrar un empleo, pues las ayudas que recibe desde que dejó Kabul en un avión de las fuerzas armadas españolas el pasado 20 de agosto junto a otro centenar de personas se acabarán al cumplirse un año de su llegada.

Asegura que se siente "privilegiada", que no todos los refugiados han corrido su misma suerte.

Bayat participará el 4 de abril en un coloquio organizado por el Festival de Cine y Derechos Humanos tras la proyección de la película "The Breadwinner", de Nora Twomey, un filme de animación que explora "la cultura, historia y belleza de Afganistán desde un punto femenino".