La pequeña corrupción

València

¿Cuántas veces no hemos oído que todos los políticos son unos corruptos? No es cierto. Ni todos lo son ni la corrupción es algo exclusivo de la clase política. La corrupción suele empezar en las pequeñas cosas. En aquello que está al alcance de cada uno. Lograr plaza en unas oposiciones gracias a un enchufe es nepotismo. Y el nepotismo es corrupción.

Esto viene a cuento por la noticia que adelantaba esta semana la Cadena Ser sobre las oposiciones a policía local de Alicante. No es una cuestión menor, porque esto hace todavía más grave el asunto. Quienes están llamados a hacer cumplir la ley son, supuestamente, los primeros que se la saltan. Por cierto, que aquí se beneficiaron aparentemente los relacionados con el cuerpo, pero también con partidos, empresas contratistas o sindicatos. Un escándalo.

Y lo peor: la advertencia de la Agencia Valenciana Antifraude sobre más amaños en otros ayuntamientos. Ni siquiera parece que estemos ante un caso aislado.