El referéndum homófobo de Orbán
El primer ministro húngaro somete a consulta pública su ley que revierte la normalización del colectivo LGTBI
Hungría celebra elecciones este domingo, pero también un referéndum en el que el primer ministro Viktor Orbán busca respaldar su ley homófoba que revierte la normalización del colectivo LGTBI en el país.
Germán Henao, colombiano y homosexual, vive en el país desde hace una década. Desde Budapest nos cuenta cómo ha cambiado Hungría en los últimos años, qué intereses tiene Orbán en arremeter contra la diversidad sexual y qué puede pasar si consigue el apoyo mayoritario de los votantes.
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A su llegada, con 23 años, Germán encontró un país que estaba “abriéndose al mundo”, “con mucho potencial”, recuerda. Asegura que nunca ha tenido problemas por su sexualidad ni ha tratado de ocultarla. Sin embargo, en estos diez años la situación ha cambiado. “Éramos los siguientes en la lista de enemigos”, dice, porque “el Gobierno lleva años utilizando a diferentes enemigos para ser los salvadores del país”, desde campañas en contra de los inmigrantes a carteles contra la Unión Europea.
Así, en 2019 la homosexualidad entró en el debate público a raíz de una campaña de Coca Cola que decía “love is love” (amor es amor). El Gobierno empezó entonces a tomar “decisiones ridículas como rechazar el reconocimiento legal de las personas trans” aprovechando la falta de control parlamentario que les otorgaba el Estado de Emergencia declarado por la pandemia.
A las personas LGBT ya no se les permite adoptar e incluso “están atacando a la gente soltera”, explica Henao, a la que le complican el proceso de adopción para corroborar que no sean del colectivo.
De cara al referéndum, Henao cuenta que se ha planteado la estrategia de que la gente haga un voto nulo marcando a la vez sí y no porque, dice, “las preguntas están redactadas incitando a la gente a votar a favor, aunque no esté de acuerdo”.
Con este referéndum, el Ejecutivo de Orbán quiere el respaldo popular a una ley que ya lleva un año en vigor y que prohibe que se eduque a los menores en la existencia de la diversidad sexual o que haya series o programas en televisión antes de las diez de la noche que muestren temáticas LGTBI. Henao teme que con la aprobación ciudadana las actitudes homófobas se van a envalentonar.