Los trabajadores del cementerio de Aranda siguen en una situación insostenible
El Ayuntamiento no ha dado respuesta a sus peticiones y no ha sustituido al operario que está de baja por paternidad, aunque a los dos restantes les obliga por decreto a acudir a su puesto de trabajo. Este domingo habrá un entierro y solo habrá un operario disponible. También denuncian que les han denegado sus vacaciones y que no tienen calendario laboral
Aranda de Duero
Si ya eran pocos los problemas para el Ayuntamiento de Aranda, uno de ellos ha acogido más altura si cabe. El pasado mes de enero los trabajadores del cementerio municipal advertían de la compleja situación a la que se enfrentaban, al coger uno de ellos la baja por paternidad y dejar por tanto a solo dos operarios al servicio de esta infraestructura tan frecuentada y utilizada por los arandinos. Al estar obligados a cubrir el servicio de entierro con un mínimo de dos personas, denunciaban la no posibilidad de acogerse a libranzas, y solicitaban la contratación de un sustituto. Tres meses después, ese sustituto no ha llegado, y la falta de personal ha puesto en jaque a un servicio fundamental.
Tanto es así que el pasado fin de semana, al librar uno de los dos trabajadores, el cementerio tuvo que abrirlo la Policía Local, y al igual que ahora sucede con los bomberos, por decreto el Ayuntamiento ordenó al operario restante -en libranza- que acudiera a su puesto de trabajo para dar respuesta a cualquier entierro que tuviera que atenderse por 'necesidades del servicio'. Sin embargo, la Policía Local no dio con él, por lo que solo hubo una persona para atender el campo santo. Por suerte no hubo entierro y este problema 'pasó de largo', pero no lo hará este domingo; hay un entierro previsto, y vuelve a haber solo un trabajador. Sus superiores no responden al teléfono, y sí lo ha hecho el concejal correspondiente que les ha pedido que lo arreglen, aunque sin especificarles cómo. Por tanto, lo más probable dicen, es que la funeraria (empresa privada) deberá correr con el coste de poner un operario ajeno para que el entierro se pueda llevar a cabo.
Pero aún hay más. Y es que a la espera de que en mayo se reincorpore su compañero de baja -que seguramente cogerá lactancia y sus horarios serán muy reducidos- los operarios del cementerio no tienen calendario laboral, y sus vacaciones han sido denegadas por necesidades del servicio. Tampoco pueden planear fines de semana. Denuncian su lamentable situación, y piden responsabilidades, entre que recuerdan que al no responder las necesidades mínimas del servicio, este próximo lunes lo pondrán en conocimiento de su abogado.