Jorge Dezcallar: "El CNI sabe muy bien a qué se dedican los diplomáticos de algunas embajadas"

Madrid

Hacia dónde vamos. Es la pregunta que nos hacemos constantemente a la velocidad a la que nos permite el mundo, que claramente va cada vez más rápido, y es la pregunta que se hace Jorge Dezcallar en su libro 'Abrazar el mundo', de la editorial La Esfera de los libros. Dezcallar ha sido embajador en Marruecos, en el Vaticano y en Estados Unidos y fue también el primer director del CNI (cuando el Cesid se convirtió en CNI), entre 2001 y 2004.

Hoy Dezcallar se muestra optimista, aunque sostiene que la sociedad vive desasosegada. "Estamos sometidos a cuatro revoluciones simultáneas: demográfica, biogenética, digital y tecnológica. Esto produce desasogiego. Los cambios son demasiado acelerados y eso produce desasosiego, inquietud, y es el origen de los populismos", afirma el exembajador. "Estamos en el fin de un ciclo, nadie está marcando las reglas y ese es el problema".

Dezcallar cuenta que, en tiempos de guerra, los servicios de inteligencia operan con más dificultad. Pero no desaparecen. "Dan una información en condiciones muy difíciles, ese es su trabajo. Estoy seguro de que están operando en Ucrania y en Rusia también, como están operando los rusos en otros lugares, intentando saber cuáles son las intenciones del adversario".

Conocer los servicios de inteligencia desde dentro le permite tener una visión extraordinaria de cómo funciona el espionaje. Y eso, el día en que España decide expulsar a 25 diplomáticos rusos, es material muy jugoso. "Entre los agregados de las embajadas hay un montón de espías. Puedo asegurar que el CNI sabe muy bien a qué se dedican los diplomáticos de algunas embajadas", afirma Dezcallar.

Dezcallar estuvo al frente del CNI tras la masacre del 11M. "Estoy convencido de que el gobierno hizo un análisis partidista de lo ocurrido", recuerda hoy, al sostener que el Ejecutivo de Aznar no entendió ese atendtado como un problema de Estado. Fue Aznar quien le le había llamado tres años antes para ocupar ese cargo. "Me dijo que no había cadáveres en los armarios, alguna cucaracha encontré".

El giro sobre el Sahara

El que fuera embajador en Rabat está convencido de que Marruecos no va a renunciar a la reivindicación de Ceuta y Melilla, a pesar de que España haya cambiado su postura respecto al Sahara. "Si alguien piensa que Marruecos va a renunciar a Ceuta y Melilla tiene que hacérselo mirar. Las dos ciudades son tierra irredenta para ellos".

"Creo que el gobierno tiene que explicar muy bien cuáles son las ventajas para España de lo que ha hecho y cómo esto contribuye a encontrar una solución al conflicto", dice Dezcallar. Sin embargo, el diplomático cuestiona más las formas que el fondo de la cuestión porque, dice, "probablemente es una solución realista porque no va a haber un referéndum".

"Argelia no está contenta con lo que ha hecho España, porque la decisión del gobierno nos ha colocado en medio de la lucha por la hegemonía regional entre Argelia y Marruecos. El Sahara no es la causa, es la consecuencia de esa pugna que hay en el Magreb", sentencia Dezcallar.