Nagelsmann desvela las claves del éxito del Bayern: "Les impongo reglas provocativas"
El técnico del Bayern de Múnich ha explicado en 'El País' cómo entrena a sus jugadores
El Bayern de Múnich se enfrenta este miércoles al Villarreal en los cuartos de final de la Champions League. El conjunto alemán es uno de los clubes más temidos en Europa debido a su arrollador estilo de juego ofensivo. Sobre ello y el fútbol moderno ha hablado en 'El País' su joven técnico Julian Nagelsmann de tan solo 34 años. Durante su entrevista, el alemán ha subrayado que un aspecto crucial en del fútbol actual es "cómo te desplazas por el campo para poder recibir el balón de tu pasador, cómo haces para ser profundo y desorientar a tus marcadores".
Nagelsmann lo que ha reflejado con esta idea es que moverse "en sentido contrario" genera una "incertidumbre que obliga a las defensas a retrasarse". Ese movimiento contracorriente a todos los equipos actuales que juegan cubriendo las zonas de influencia del balón: "Tú debes moverte en sentido contrario, de manera que siempre estés atrás y, gracias a tu posición el rival no sepa si vas a girarte y atacar o vas a jugar al primer toque. Si cada uno de tus jugadores tiene presente estos conceptos cuando ataca, al contrario siempre se le hará difícil frenarte, aunque su defensa esté bien posicionada. Para que esto funcione los jugadores deben tener un sentido del ritmo y de la oportunidad para moverse libremente en el momento y en el lugar justo hacia esa posición semiabierta".
"En los últimos años, el fútbol se ha vuelto un poco más complejo. Antes los equipos tenían un orden básico que mantenían durante todo el año. Pero desde mi época en el Hoffenheim ya no tienes tiempo para preparar los partidos porque cada equipo que enfrentas juega con estilos totalmente diferentes incluso en un mismo partido. Antes era mucho más fácil preparar a los equipos. Ahora hay expertos que hacen carrera como analistas de tus equipos y de los rivales", ha explicado Nagelsmann. El técnico alemán va más allá en los entrenamientos, busca aprovechar las "capacidades mentales de los jugadores". "Físicamente están muy formados, son muy atléticos, muy rápidos, pero precisamente en la velocidad cognitiva hay muchas capacidades que se pueden entrenar con el fin de que los jugadores perciban más rápidamente una situación y tomen decisiones más rápidas. El segundo aspecto a tener en cuenta es decidir el posicionamiento de tus jugadores con la intención de que la línea defensiva contraria se estire para así conseguir espacios en la zona de gol".
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La clave de este Bayern es las reglas provocativas. Eso se hace alterando espacios, colores, porterías, números de jugadores... durante los entrenos, lo que hace que en un partido normal todo sea más fácil para su plantilla. "Sin ser conscientes están constantemente tomando decisiones. Sirve para que un jugador tenga que decidir rápidamente y, de esa forma, entrene automáticamente aquello que quieres que desarrolle, lo que quieres provocar con esas reglas. Cuando el día del partido quitas todas esas reglas, porque juegas 11 contra 11, el juego parece mucho menos complicado que cada una de las unidades de entrenamiento. Así consigues la velocidad de reacción que buscas", ha explicado. Lo que no cambia es su filosofía que se basa en la "posesión del balón y el cambio de ritmo". "Ahí está la clave. Tienes que tener un buen control del balón con el que consigas meter al rival en determinados lugares para desocupar otros, y así crear espacios en el campo. Pero también tienes que reconocer los momentos en los que se producirá un cambio de ritmo para acelerar la acción. No me gusta la posesión del fútbol holandés, en el que el objetivo es mantener durante horas el balón en tus propias filas, sino que me interesa practicarla de manera que crees espacios, que los jugadores reconozcan ese espacio, y entonces hagan el cambio de ritmo corriendo hacia esos espacios", ha subrayado.
El estilo del Bayern
Según Nagelsmann, uno de los puntos a mejorar de este Bayern es la gran distancia de los interiores respecto al mediocentro, como Müller, Goretzka o Musiala. "Es uno de los temas que intentamos mejorar esta temporada, porque a veces ocurre que el hueco entre el mediocentro y los dos interiores es demasiado grande. Si no recuperamos el balón, ya seas defensa central o lateral, interior o un pivote, tenemos que marcar a un oponente. Si recuperamos el balón, tenemos que pasarlo a Müller o a Musiala para que ellos se agrupen, y si no lo conseguimos presionamos hacia delante para marcar al siguiente oponente, de forma que el hueco no sea tan grande", ha dicho.
La solución la obtiene "poniendo un lateral en el centro del campo que permita a los interiores avanzar a presionar más arriba". Lo que ocurre cuando el Bayern hace eso es que evita que el oponente haga un contraataque más directo. "En caso de pérdida el rival contragolpea por las bandas y eso les lleva mucho tiempo, ya que por afuera los recorridos hasta nuestra portería son más largos. Así tenemos más tiempo para recuperar las posiciones por detrás de la línea del balón. Nuestro pivote, por ejemplo, Kimmich, muchas veces se queda demasiado cerca de nuestra zaga porque los dos laterales presionan hacia adelante. Por eso lo mejor es que el lateral del lado fuerte de la jugada suba y el otro cierre en el mediocampo". Lo que no puede evitar es el estilo Bayern: "Este Bayern es así: estos jugadores siempre quieren concluir cualquier situación. Por una parte es bueno, porque marcamos muchos goles; por otra, no siempre lo es porque a veces perdemos el balón y perdemos el control".
Incluso Fabio Capello, leyenda de los banquillos italianos, ha destacado que Italia cayó eliminada del Mundial de Catar debido a que se fijó en el juego de España y no en el de Alemania: "El fútbol alemán está muy orientado al trabajo atlético, es decir, a jugar al fútbol con el componente físico necesario, con la intensidad necesaria, y por supuesto, a concentrarse en la defensa. Aunque en el Bayern nunca se pierda de vista la elaboración, esto siempre coincide con una gran intensidad, Ni nos detenemos en la belleza de la propia posesión del balón, ni nos centramos en no encajar un gol. Yo creo que esto es una virtud alemana. Se dice que el fútbol es un juego, pero que primero tiene que ser trabajo para poder ser juego. Esto en Alemania se compagina con la gran mentalidad de victoria de nuestros jugadores. El que más, Joshua Kimmich, que quiere ganar cada partido a toda costa", ha explicado Nagelsmann.
Al final, el juego alemán es muy característico, no les verás haciendo acciones ornamentales como a brasileños, franceses, ingleses o españoles. "Es una cuestión de educación, de cómo te has criado y qué significado tiene el fútbol para la sociedad. También hay jugadores alemanes que tienen un gran ego, que quieren mostrar que tienen ego, pero básicamente es verdad que en el Bayern los jugadores entienden que logran los éxitos más como equipo que como futbolistas individuales. Son conscientes de que se necesitan unos a otros. Esta unión es excepcional. Y esto, por una parte, es producto de la educación, y por otra, porque saben que si quieren estar en la cumbre en Europa solo lo conseguirán si trabajan en equipo. Esto es algo que los niños en Alemania aprenden desde muy temprano debido a la importancia que tienen los clubes: una comunidad siempre puede mover más que las personas individuales", ha subrayado.
El Villarreal como rival
Nagelsmann cree que son favoritos pero ha subrayado la experiencia tanto del Villarreal como de Emery. "Tienen uno o dos jugadores extremadamente capaces de cambio de ritmo con una buena velocidad. Tienen a Parejo y muy buenos jugadores con un gran control del balón que pueden dormir al rival con sus posesiones. Y cuando se meten atrás tienen una forma muy disciplinada de defender, con seis jugadores en la última línea. No hay tantos espacios. Pero si tenemos un buen día nos impondremos. Nuestra idea será jugar rápido, mostrarles nuestro poderío y lograr que sus futbolistas más veteranos se desplacen mucho. Así les puedes crear situaciones de gol", ha explicado.
El Villarreal es un equipo que juega diferente al Bayern, y que como el Madrid, ralentiza las jugadas con el fin de no cansarse o de ser más precisos en la circulación. "Este es un enfoque interesante, porque de esta forma siempre tienen un buen control del juego, no asumen tantos riesgos en el pase y reducen los espacios detrás de la línea de balón. Pero también veo que con esta forma de jugar no consiguen una agresividad máxima en el 'pressing'. Tu propio juego de control del balón no debe adormecerte. El planteamiento tiene ventajas, pero el fútbol también es un entretenimiento y debería ser algo que te atrapara. Me gusta más si el juego tiene una buena aceleración, un buen ritmo para conseguir aprovechar la posesión de la forma más agresiva posible, para que, cuando pierdas la pelota, también estés en la posición más agresiva posible. Si juegas muy lento te proteges por un lado, pero tu presión tras pérdida también es muy lenta, muy pesada", ha indicado el técnico alemán.
Pero ese tipo de juego tiene un riesgo, no cansar a sus rivales nunca. Y el Bayern es uno de los equipos con mejor físico: "Mis jugadores están extremadamente en forma porque también tienen que practicar otras cosas aparte del fútbol: muchas carreras intensas y cortas, tipo boxeo, y también muchas de intervalos. Entrenan para acostumbrarse al ritmo sostenido. Lo segundo es jugar siempre el balón con rapidez, dejarlo correr y pasar a la parte más profunda posible para ganar espacio. Entonces el juego también se acelera sin que tengas que moverte mucho. Y el tercer punto es encontrar la máxima posición ofensiva en el campo para tener los recorridos más cortos en caso de perder el balón, y así mantener una altísima presión sobre el rival. Es decir, este seguimiento del balón, este retomar la jugada, conseguir enganchar, conseguir conectar en cualquier situación, acorta los recorridos. Cuanto más cortas son las trayectorias de pase más rápido es el juego, y tras la pérdida del balón cuanto mejor es tu posición ofensiva, mejor es también tu posición defensiva. Eso ejerce una gran presión sobre el rival. Por último, si te enfrentas a equipos que juegan lentos y giran la pelota de una banda a otra, entonces, si tu presión es buena, tienes oportunidades de recuperar el balón con facilidad. Es decir, si el balón corre lento, si los rivales son muy pesados o juegan a poca velocidad, tienes mejores condiciones para defender, ya que basta un error técnico muy pequeño para resituarte en el caso de que te contragolpeen".