Golpe a la economía

Madrid

El Banco de España estima que el PIB crecerá este año casi un punto menos de lo que esperaba en diciembre, un 4,5%, y que la inflación se eleve hasta el 7,5%, más del doble de lo que preveía en sus anteriores estimaciones. Ese es el impacto que el regulador estima que la guerra en Ucrania tendrá en la economía española, principalmente debido al fuerte repunte de los precios de las materias primas -especialmente de la energía-, el deterioro de los cuellos de botella y de las perspectivas de crecimiento global y una reducción del consumo, que se verá afectado por el aumento de incertidumbre. "Lo que es desde luego que sabemos es que lo que estábamos pensando, que iba a ser una un repunte transitorio intenso, pero transitorio, de la inflación que debería de haberse empezado a terminar si no se hubiera producido esta invasión, debería haber empezado a terminar en el mes de marzo o en el mes de abril. Hubiéramos visto en los mercados de energía relajándose, pero ahora esos componentes se han hecho permanentes hasta que otra vez hasta que el conflicto se termine y los mercados de energía se destensionen, entonces podemos pasar del 10%, podemos pasar del 11% en algún momento. Va a depender mucho del escenario bélico" explica en Hora 25 de los Negocios Javier Díaz-Giménez, profesor de Economía de IESE Business School.

Las nuevas previsiones del regulador prevén que la desbocada inflación se mantenga cerca del 10% hasta junio, momento a partir del cual empezará a bajar y es que, según apunta en el informe, espera que "los impactos de la guerra estén focalizados en el segundo trimestre y no deterioren el potencial de crecimiento de la economía". Un segundo trimestre para el que prevén que la ralentización del crecimiento lleve a la economía española a incrementar su PIB solamente un 0,1% y no descartan que pueda a llegar incluso a experimentar un "crecimiento negativo" -es decir, una caída-. Estimaciones todas ellas sobre las que pesa una fuerte incertidumbre, derivada de la duración e intensidad del conflicto bélico, pero también de la evolución de los precios de la energía, de la intensidad de una eventual segunda vuelta de la inflación, el impacto de los fondos europeos o la evolución de la pandemia. "En realidad no es que sea el escenario central, lo que tendría que haber explicado el Banco de España y no lo ha explicitado es cuáles son sus supuestos sobre cómo va a evolucionar la situación bélica -cómo van evolucionar las sanciones, si la guerra se va estancar, si la guerra va a escalar...- y sin saber esto realmente hacer pronósticos en el a medio o largo plazo pues pues hombre está bien que los haga y hemos visto cuál ha sido el tamaño de la corrección pero en la incertidumbre sobre ese pronóstico a mí me parece que es absoluta vamos no exactamente la incertidumbre, si no la dependencia del escenario bélico" apunta Díaz-Giménez.