El arquitecto danés Bjarke Ingels diseñará la futura sede del Centro Común de Investigación de Sevilla
La Comisión Europea ha presentado la propuesta del arquitecto danés que prioriza la autosuficiencia energética

Maqueta del lobby del Centro Común de Investigación / Cadena SER

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La propuesta de Bjarke Ingels Group (BIG) ha resultado ganadora del concurso internacional de arquitectura, convocado por la Comisión Europea con la colaboración de la Unión Internacional de Arquitectos y el apoyo del Ayuntamiento de Sevilla, para la futura sede del Centro Común de Investigación de Sevilla. El centro europeo de investigación ha presentado hoy en un evento en Sevilla los detalles del futuro edificio, inspirado en los principios de la Nueva Bauhaus Europea, que busca ser referente en sostenibilidad e innovación.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha destacado durante el acto que “Sevilla muestra el camino, y junto con cientos de ciudades europeas, lidera la transición hacia un modo de vida más ecológico, resiliente e inclusivo. Porque el brutal ataque ruso a Ucrania, y el precio insostenible de la energía, evidencia que tenemos que acelerar el Pacto Verde Europeo.” Asimismo, ha señalado que “este es nuestro primer edificio inspirado por completo en los principios de la Nueva Bauhaus Europea. Y muestra por primera vez, la imagen y el sentimiento del Pacto Verde Europeo”.
El proyecto, previsto en la parcela del antiguo pabellón de los Descubrimientos de la Isla de la Cartuja de Sevilla, afianzará el objetivo de la ciudad de Sevilla para descarbonizar Cartuja y convertirse en referente mundial para la sostenibilidad. Inspirado en las calles de Sevilla, el estudio ganador propone cubrir todo el recinto con una cúpula de porches solares que proporcione sombra a una plaza, un jardín y también al edificio, que se ubicará en diagonal. Estos tejados son hojas fotovoltaicas ligeras cuadradas apoyadas sobre columnas, que van cogiendo altura para crear, además, un espacio público y acogedor al aire libre.
El arquitecto danés Bjarke Ingels ha destacado que se ha “buscado que el rendimiento sostenible del edificio lleve una estética arquitectónica que no solo haga que el edificio funcione mejor, sino que también lo haga más habitable y más hermoso: un nuevo ambiente andaluz”. El diseño da prioridad a los materiales de origen local, como la piedra caliza, la madera y la cerámica. Asimismo, se usará el hormigón con bajas emisiones de carbono, lo que reduce hasta un 30 % de las emisiones de CO2, y el acero reciclado. El jardín cuenta con vegetación local y agua recogida de la lluvia, con el fin de crear un microclima cómodo. En su interior, contará con un centro de conferencias y espacios sociales en la planta baja, mientras que las oficinas y las unidades de investigación ocupan las plantas superiores.
Los lugares de trabajo colaborativos dan a la plaza, mientras los espacios de trabajo individuales al jardín. La configuración propuesta está diseñada para ser totalmente flexible y adaptable en función de las necesidades futuras y, además, promueve la colaboración y la creación conjunta .El siguiente paso será el desarrollo de los proyectos básico y de ejecución, previstos para primavera de 2023




