Poco ha trascendido sobre las identidades de las hijas de Putin, que han sido recientemente sancionadas por EEUU dentro del paquete de medidas que afectan a oligarcas rusos y a sus familias. La intención es que no tengan el control sobre millones de dólares ni puedan disfrutar de los lujos de sus casas de vacaciones «mientras hay niños que están siendo asesinados o desplazados de sus hogares» en Ucrania, según explica el texto que informa de las sanciones. Las imágenes que han llegado de la masacre en Bucha, donde aparecieron más de 200 cadáveres de civiles tras la retirada de las tropas rusas, han acelerado las gestiones. Washington ha sancionado a las dos hijas adultas de Putin, María y Katerina, así como a la esposa e hija del ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, y a varios miembros del Consejo de Seguridad de Rusia, incluido el primer ministro, Mikhail Mishustin, y al expresidente y ex primer ministro Dmitri Medvédev. Ninguna de las dos hijas podrá tener acceso a sus cuentas bancarias ni a cualquier activo financiero estadounidense. La razón, según la nota de la Casa Blanca, es que «estos individuos se han enriquecido a expensas del pueblo ruso, y algunos de ellos son responsables de brindar el apoyo necesario para apuntalar la guerra de Putin contra Ucrania». Además, sospecha que los políticos rusos esconden sus bienes detrás de familiares y amigos. Pero, ¿quiénes son las hijas de Putin. ¿Dónde viven y a qué se dedican? Poco se sabe de ellas. El presidente Putin se declaró «orgulloso» en 2015, en una de las contadas ocasiones en las que ha aludido a sus descendientes. Mantener la privacidad es una de las mayores obsesiones del Kremlin. Se especula con que Putin podría haber tenido otras hijas fuera de su único matrimonio, el que tuvo con la azafata Liudmila Shkrebneva, con quien se casó en 1983 y se separó en 2013. María Vorontsova tiene 36 años. Reside en Rusia desde 2014, precisamente desde que este país fue objeto de sanciones occidentales por la anexión de Crimea y su injerencia en el Donbás ucraniano. Ha viajado en varias ocasiones a países occidentales. Se dedica a la medicina. En concreto es endocrinóloga pediátrica y estudia específicamente los efectos de las hormonas en el cuerpo, según explica The Guardian. En 2019, Vorontsova, que vive en un ático frente a la embajada de EEUU. en Moscú, concedió una entrevista en la televisión estatal rusa en la que reveló planes para inyectar en una empresa médica 500 millones de libras destinados a ayudar a curar el cáncer. Katerina Tikhonova, con 35 años, es la hermana pequeña. Al igual que María vive en Rusia desde 2014 y también ha viajado en distintos momentos a países occidentales. Su apellido es distinto porque ha decidido utilizar el apellido de su abuela materna. Ha trascendido que es campeona de baile acrobático de rock and roll. Nació en Dresde mientras Putin trabajaba como espía de la KGB. Tikhonova estudió en la Universidad Estatal de San Petersburgo y la Universidad Estatal de Moscú y tiene estudios en física y matemáticas. Tikhonova siente pasión por la cultura japonesa y el baile acrobático de rock and roll, una forma atlética de boogie-woogie. Junto a su pareja de baile quedaron quintos en el campeonato mundial de Suiza en 2013. Fueron las imágenes de sus concursos de baile, comparadas con imágenes del sitio web de la Universidad Estatal de Moscú, donde trabaja, las que ayudaron a establecer por primera vez que Tikhonova era la hija de Putin en 2015. La pareja se casó en una ceremonia secreta de tres días en la exclusiva estación de esquí de Igora en 2013, antes de que se filtraran fotos del evento. Se divorciaron en 2018, pero los detalles de cualquier acuerdo financiero no se han hecho públicos, según The Guardian. Las dos son hijas de Putin y de Lyudmila Putina. Ambos se divorciaron en 2013. Así, se convirtió en el primer líder ruso en divorciarse desde Pedro el Grande en 1698. Poco dado a hablar de su intimidad, Putin sí respondió a algunas cuestiones privadas en una rueda de prensa dada en 2015. «Mis hijas hablan tres idiomas europeos con fluidez. Nunca hablo de mi familia con nadie. Nunca han sido niños ‘estrella’ ni han disfrutado de la atención que se les dirige. Simplemente viven sus propias vidas», explico Putin. Putin dijo que sus hijas estaban «dando los primeros pasos en sus carreras» y que «no estaban involucradas en negocios ni en política». Sin embargo, ambas han puesto en marcha desde entonces diversas empresas comerciales.