Mari Carmen Agirre, superviviente del bombardeo de Gernika: "Cuando veo Ucrania parece que estoy viendo mi pueblo, quedó igual"
Mari Carmen Agirre Uribe sobrevivió al bombardeo de la localidad bizkaina. 85 años después se ve reflejada en los supervivientes ucranianos
Bilbao
Hace 85 años Mari Carmen Agirre Uribe vivió el bombardeo de Gernika, su pueblo. Tenía seis años cuando el 26 de abril de 1937 las primeras bombas cayeron sobre los alrededores del puente, la estación de ferrocarril y la iglesia de San Juan. “Recuerdo cómo venían los aviones, a los que les llamaban ‘los abuelos'. Primero vinieron tres y luego otros tres. Todos empezamos a correr, a escaparnos de casa… Cuando subíamos por el monte el cielo estaba teñido de rojo”, explica.
Mari Carmen vivía con su familia en el barrio Luis Gorri. Todos consiguieron sobrevivir al ataque y escapar monte a través hasta un caserío dónde fueron acogidos. “Esa noche lo único que hacía mi madre era llorar. Todos estábamos mal. De hecho, pensábamos que en el caserío íbamos a estar seguros hasta que nos robaron la maleta que llevábamos con lo único que habíamos conseguido coger. En ese momento, nos quedamos con el cielo arriba y la tierra abajo”, admite. Y aunque han pasado “muchos años”, confiesa: “Tantos años que han pasado y eso no se ha borrado nunca. Ni se va a borrar. Sigue haciendo daño”.
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Ahora se ve reflejada con la situación que los ucranianos están viviendo: “Cuando veo Ucrania parece que estoy viendo Gernika, porque mi pueblo quedó igual, con paredes rotas, quemadas…Nosotros pasamos hace casi 100 años lo que están pasando ellos ahora, porque de aquí también escapó mucha gente a Francia y a Venezuela”. Por eso, acudió el pasado martes a la acogida de 24 mujeres y niños llegados de Ucrania al convento de La Merced, “aunque no pude hablar con ellos, quise acompañarlos. Tenían la cara triste, me vi reflejada”, concluye.