"No he podido pediros perdón porque yo misma no me lo perdono": la carta de la madre del asesino de la niña de 14 años en Oviedo

Asturias

La madre de Igor Postolache, el joven de origen moldavo detenido como presunto autor de la muerte a puñaladas de una niña de 14 años en Oviedo en el edificio donde ambos residían, ha difundido un comunicado en el que pide perdón, en nombre de su familia, por el "inimaginable" dolor que están sufriendo los familiares de Erika.

En el escrito, que ha hecho público el abogado de la familia, la madre del presunto asesino señala que hasta ahora no había tenido valor ni fuerzas para dirigirse a los familiares de la víctima para pedirles perdón. "La razón de no dirigirme hasta este momento es que, como madre, no he tenido valor, ni fuerzas para pediros perdón porque yo misma no me lo perdono", ha señalado en el escrito.

"Tanto yo como mi familia lamentamos profundamente los hechos sucedidos, que nunca pudimos imaginar y que nos acompañarán el resto de nuestras vidas", añade en su misiva la madre de Igor Postolache, de 31 años y residente en Asturias desde que tenía 17 cuando su madre, que había emigrado previamente para trabajar, logró el reagrupamiento familiar para él y para su hermana.

La carta ha apuntado que "nuestra sociedad tiene procedimientos judiciales para castigar este terrible hecho", pero a la vez ha reconocido ser "consciente que nunca se podrá restituir el profundo daño causado a Erika y a su familia". A ellos les pide perdón asumiendo "el dolor inimaginable que están sufriendo porque el que yo no tengo tampoco se puede medir".

La madre del joven asegura además que entendería que la familia de Erika no aceptase su solicitud de perdón e incide en que, en un futuro y si ellos se lo permiten, desearía poder trasladárselo personalmente en la intimidad.

El Juzgado de Instrucción número dos de Oviedo dictaba la pasada semana un auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza para el moldavo después de que la magistrada acudiera al Hospital Universitario de Asturias a tomarle declaración. El acusado, que se acogió a su derecho a no declarar, se recupera en el centro de las heridas que se hizo tras matar a la joven y entrará en prisión una vez reciba el alta. Se le imputa un delito de asesinato y otro de agresión sexual en grado de tentativa, sin perjuicio de que, a lo largo de la instrucción, dicha calificación pudiese modificarse.