Una Semana Santa para... ¡comérsela!
Esta época festiva no solo destaca por las escapadas vacacionales o las procesiones, sino que, también, tiene un peso importante la gastronomía
Una Semana Santa para... ¡comérsela!
Valdepeñas (Ciudad Real)
La Semana Santa se caracteriza por los desplazamientos en carretera, las procesiones de las diferentes Hermandades... pero, también, destaca por la variada gastronomía en esta época del año. De hecho, no sólo vive de dulces, sino que, además, cuenta con platos salados como el potaje de vigilia o cuaresma, así como los buñuelos de bacalao. No obstante, la Semana de pasiones destaca por los distintos dulces: torrijas, leche frita, rosquillas, flores manchegas, etc. En esta línea, el vicepresidente de la Asociación de Duelos y Quebrantos de Valdepeñas, José María Astasio, ha recordado que en Portugal esas torrijas se degustan en navidades. También, Astasio ha dado las pautas para realizar unas ricas torrijas en estos días de Semana Santa.
Ingredientes de las torrijas
- Barra de pan (preferiblemente del día anterior)
- 1 litro de leche entera
- Una rama de canela
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- Cáscara de naranja, limón o ambas
- 3 huevos
- Aceite (puede ser de girasol, oliva o de orujo)
- Canela molida y azúcar para rebozarlas tras freírlas
La receta para unas torrijas de chuparse los dedos
Una vez se cuente con los diferentes ingredientes, Astasio ha dado las pautas para poder lograr unas torrijas para chuparse los dedos. Con ello, lo primero es infusionar la leche, es decir mezclar la leche junto con barrita de canela (es recomendable echarla troceada) y la cáscara de naranja y/o limón. Sin embargo, recomienda echar, también, una vaina de vainilla para darle otro toque a esas torrijas. Todos estos ingredientes deben de estar infusionándose hasta que la leche comience a hervir y, entonces, se retire del fuego y se deja enfriar para que se mezclen todos los sabores.
Tras ello, cogemos el pan y lo troceamos en rebanadas de unos 3-4 centímetros. Una vez cortado el pan, las colocamos en una fuente y vamos mojándolas de leche poco a poco. Seguidamente, se baten los huevos e incluimos algo de la leche infusionada para pasar las rebanadas mojadas por la leche en la mezcla del huevo. Una vez rebozadas las metemos en el aceite ya caliente. Tras freírlas (y estando algo calientes) se les espolvorea el azúcar y la canela molida. De hecho, Astasio confirma que las torrijas están mejor de un día para otro, puesto que se crea como una especie de almíbar al fusionarse el azúcar y la canela.
Por último, recomienda no echar demasiado azúcar por encima para que no estén muy dulces y ese polvo blanco pueda tapar el resto de los sabores con los que cuenta este dulce tan típico en la Semana Santa de Valdepeñas y de las diferentes localidades de España.
Alejandro Martín Carrillo
Doble graduado en Periodismo y Comunicación Audiovisual...