Dice Almeida que la víctima es él, no los madrileños estafados

Los días de descanso, a menudo, te dan la oportunidad de mirar con distancia muchas de aquellas cosas que la vorágine informativa diaria te obliga a masticar y digerir casi sin tiempo para nada. Te permite escuchar la radio como oyente, con el hábito de los oyentes, mientras tomas el primer café de la mañana, por ejemplo. Y es en esta actitud cuando te descubres todavía más cabreada con las explicaciones del alcalde de Madrid sobre el tema de las mascarillas y las comisiones millonarias que se llevaron un par de pillos, como dijo, aquí mismo, Feijóo, un par de chorizos caraduras como dice mucha de la gente que escucha la radio con el café de la mañana.

Más de una semana después, con todo lo que ya sabemos, con las diferentes versiones que el propio alcalde ha ido modulando, con la desfachatez con la que los dos comisionistas se llevaron el dinero, para la saca, con la desfachatez con la que uno de ellos ha vaciado sus cuentas para que no le pillen nada, con todo lo que sabemos, insisto, el alcalde se sigue presentando como la principal víctima de la operación. Una operación, por supuesto, orquestada por la izquierda para acabar con él y con su brillante gestión al frente del Ayuntamiento de Madrid. En ningún momento las explicaciones de Almeida han sido creíbles ni han explicado con suficiente claridad lo que ha pasado. Pero, aun así, nos quedan claras unas cuantas cosas, que tiene un primo que no trabaja en el Ayuntamiento pero que hace gestiones para el Ayuntamiento, que Almeida habló con los comisionistas cuando al principio dijo que no, que el Ayuntamiento sabía desde el principio que la partida de material sanitario era una estafa pero que no dijo nada, que fueron los bancos los que dieron la voz de alarma pero no el consistorio, que la gestión no pudo ser peor. Pero la víctima es el alcalde, no los madrileños estafados, no, la víctima es él.

Ayer en su columna en El País, Soledad Gallego Díaz decía que mentir debería costar el cargo, y su reflexión iba más allá, decía que la mentira encuentra cada vez más disculpas por parte de los interesados y más apatía por parte de sus víctimas, los ciudadanos. Y uno de los ejemplos que ponía eran las explicaciones de Almeida con este caso. Pero todavía podríamos añadir algo más, lo que sí parece claro que ha pasado es que la gestión en todo esto, por parte del Ayuntamiento, ha sido pésima. ¿No debería responder su máximo responsable por ello? ¿No es lo que pasa en cualquier empresa cuando algo se hace mal? ¿Por qué muchos responsables públicos creen que la gestión no va con ellos? ¿Por qué siempre responden con el 'no sabía, yo no me enteré'? Almeida es el responsable de la gestión del dinero de los madrileños, y ha fallado, alguna responsabilidad política debería asumir por ello.