El micromentario de Pepe Belmonte: 'Sobre violencia y carencia de alma'

Murcia

En los Estados Unidos, en la ciudad de Michigan, un policía ha rematado con su pistola a un joven de 27 años de origen congoleño que ofreció resistencia a la autoridad. Su crimen: llevar unas placas de matrícula que no se correspondían con el coche que conducía.

Fue perseguido, arrojado al suelo y, aunque iba completamente desarmado, recibió un tiro a quemarropa en la nuca, al estilo de los que, hace unos años, ejecutaba ETA en nuestro entorno.

La víctima, como siempre, ha sido un negro, una persona de baja extracción social, como si los que no fueran ni blancos ni ricos carecieran de alma. Y el ejecutor, un representante de la ley de un país que se vende como el garante de la democracia y la libertad ante el resto de ciudadanos del mundo.

Ni qué decir tiene que, a pesar de esas vergonzosas imágenes que, casi quince días después de producirse, hemos podido ver ahora por televisión, a pesar del comportamiento tan brutal del policía, éste, mientras concluye la investigación, disfruta de unas vacaciones pagadas en casa.

Para concluir, se me ocurre pensar no sólo en aquello de que la violencia engendra violencia, que no por tópico y sabido es menos verdadero, sino también en aquella otra frase de un estadounidense, también de raza negra y, asimismo, asesinado por quienes no estaban de acuerdo con sus ideas, Martin Luther King, quien aseguraba que “a través de la violencia puedes matar al que odias, pero jamás podrás matar el odio”.

Pepe Belmonte