27 balas, 3 tiros de gracia y una dictadura que se disparó a sí misma: el fusilamiento de Julián Grimau

Madrid

En la madrugada del 19 al 20 de abril de 1963, a las cinco y media de la mañana, el franquismo mató a Julián Grimau, miembro del comité central del Partido Comunista y que llevaba tres años en España trabajando en la clandestinidad. El franquismo lo detuvo, lo torturó salvajemente y lo fusiló. Pero entre todos los tiros que disparó aquella noche, hubo uno que el régimen se pegó a sí mismo, a su reputación internacional. El fusilamiento de Grimau supuso un antes y un después para la imagen exterior de la dictadura, por muchos intentos que hizo Fraga por blanquear lo que sucedió en aquella noche.

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En esta edición especial de Hora 25, reconstruimos todo el caso: quién era Grimau, qué hacía, cómo lo detuvieron, cómo fue su estancia en prisión y cómo fue juzgado y ejecutado. Y lo hacemos con las voces de historiadores, analistas y protagonistas. Enrique Santiago, Enric Juliana, el hijo de Santiago Carrillo, Carme Molinero, Juan José del Águila o Carlos Jiménez Villarejo nos ayudan a recuperar un proceso muy polémico, lleno de irregularidades, que la dictadura vendió como el último juicio de la Guerra Civil para poder justificar lo que hacía. Un proceso que acabó de madrugada con 27 balas y tres tiros de gracia en una pared de Carabanchel.

Un trabajo escrito y producido por Aimar Bretos y Víctor Olazábal, con el diseño sonoro de Nacho Sánchez.